Latvala quiere volver a correr el 1000 Lagos antes de cumplir 40 años

Seguro que Jari-Matti Latvala prefería ser el segundo. El actual ‘team principal’ de Toyota Gazoo Racing WRT todavía se siente piloto. No para de demostrarlo tomando parte en Rallies Clásicos con alguno de los coches de su colección –su pequeño museo alberga algunas piezas realmente interesantes–, en la actualidad básicamente con un Toyota Celica, pero ansía disputar de nuevo algunas pruebas del Mundial, especialmente el 1000 Lagos. ¡Y quiere volver a hacerlo pronto, antes de cumplir los 40!

"Ahora tengo 37 años. He disputado 19 veces el Rally de Finlandia y lo he ganado tres veces. Me gustaría hacerlo una vez más antes de los 40", dijo recierntemente a DirtFish.

Por eso debe ‘envidiar’ a Kobayashi, que compagina su puesto pilotando para el equipo que dirige en las pruebas del WEC, Le Mans incluido. Y aún tiene tiempo de hacer pinitos en la IMSA, con un DPi o incluso con el Lexus GT.

La logística de un circuito quizás es más sencilla para solventar ambos papeles que en los rallies. Pero recientemente dejó una prueba del Mundial porque ‘El Gran Jefe’, Akio Toyoda, le invitó a correr las 24 Horas de Fuji con el Toyota GR Corolla a hidrógeno. Y el equipo se las apañó.

Latvala es un ejemplo de amor a los rallies. Empezó muy joven –antes de los 18– en Gran Bretaña y se hizo notar. De hecho ya corría en karting a los seis años, pero a los 12 ya tenía su primer coche y aprendió a derrapar en la granja paterna y los lagos helados. A los 16 debutó en rallysprint y a los 17 se sacó el carné de conducir en Gran Bretaña para correr allí y ya comenzó a introducirse en el Mundial, debutando en el Rally de Gran Bretaña en 2002, aún sin cumplir los 18.

Pronto fue piloto oficial de Ford (2007) –tras ser campeón del mundo de Producción– y lo fue hasta qe fichó por Volkswagen en 2013. En 2017, con la retirada de la marca germana, pasó a Toyota, a las órdenes de Tommi Mäkinen.

Pero, a finales de 2019, decidió no renovar. Las condiciones que le ofrecía Mäkinen no le convecieron y decidió no aceptarlas.

No fue el final de su carrera, ya que en 2020 se las ingenió para correr como privado, con un coche alquilado al propio Mäkinen, dicen que pagando 200.000 euros por rally. Sólo lo hizo en Suecia, donde se retiró. Finlandia, su otra opción confirmada, se suspendió por la covid-19 y tanto Gales como otras pruebas en las que quería correr tampoco se celebraron.

"Algunos pueden pensar que es una locura pagar por correr, pero si te quedas un año fuera del Mundial después es mucho más difícil encontrar equipo", dijo. Y añadió que podría parecer caro, pero en el precio iban cuatro mecánicos y un ingeniero.

Poco imaginaba que a finales de ese mismo año Toyota iba a elegirle para que tomara el puesto de Mäkinen. Ha hecho honor a la confianza: en 2021 dio a la marca japonesa los dos títulos, pilotos y marcas, por primera vez; hasta la fecha, con Mäkinen, habían logrado uno u otro, no ambos.

Su palmarés es impresionante: 208 rallies del Mundial disputados y 18 victorias, tres veces subcampeón del mundo, para un total de 57 podios. En esto tuvo la mala fortuna de pillar la época del dominio de los dos ‘Seb’ franceses, Loeb y Ogier. Este último, su gran rival y compañero, es ahora su piloto.