Las 24 horas de Le Mans 2020 pueden volver a retrasarse
El Automobile Club de l'Ouest –ACO–, organizador de las 24 Horas de Le Mans, no excluye la posibilidad de volver a retrasarlas a causa del coronavirus. Recordemos que la fecha inicialmente prevista, 13 y 14 de junio, ya se aplazó a finales de septiembre –19-20 de septiembre– e incluso sin la tradicional jornada de entrenamientos una semana antes, a la vista de la evolución de la pandemia.
Pero el ACO no se conforma con ello y estudia otros escenarios, incluso retrasar a octubre o noviembre la mítica prueba "si a finales de julio las autoridades dijeran que es imposible hacerla en septiembre", declara Pierre Fillon, presidente del club francés, en videoconferencia con el periodista británico James Allen.
Los organizadores de Le Mans quieren proteger la carrera a toda costa, evitar un año sin la misma, aunque saben que en otoño las condiciones meteorológicas pueden ser desfavorables.
Las opciones de un nuevo retraso no hay que descartarlas, pero no son las únicas. La de una afluencia de público restringida; la de tener que ofrecer mascarillas y guantes a los espectadores; la de correr sin público, sólo para la televisión, son asimismo posibilidades en estudio.
A diferencia de un Gran Premio de Fórmula , donde el grueso de los participantes llega de Gran Bretaña, en Resistencia los equipos están mucho más dispersos por todo el Globo y ello hace que sea todavía más complicado el poder hacer cábalas sobre cómo evolucionará el tema, pero no olvidan que grandes eventos franceses –el Tour o Roland Garros– ya se han retrasado a septiembre; que el fútbol y el rugby estarán ya en plena temporada –si todo va bien– en el mejor de los escenarios; pero también que el famoso Oktoberfest alemán, la fiesta de la cerveza, prevista para octubre, se ha suspendido este año.
Y hay un segundo punto importante a tener en cuenta. A diferencia de la F1, el WEC está compuesto de estructuras mucho mas pequeñas, financieramente dependientes de un patrocinador, que muchas veces es uno de los pilotos y dependen de él. Quizás no todos los que estaban dispuestos a correr antes del coronavirus puedan después de esta pandemia mantener esa intención.
Suspender la prueba no entra de momento en los planes. Supondría un golpe duro para la carrera y para la especialidad, pero también es posible que implique replantearse la próxima temporada, el retraso de un año las reglas hypercar y la afectación a todo el calendario 2021.
Hay que tener en cuenta un factor que no siempre se ha computado en las previsiones. La desescalada será lenta, no será uniforme sino asimétrica y el ocio y el deporte serán los últimos sectores de negocio que se incorporarán a la actividad.
