La IndyCar estudia retrasar la entrada de los motores híbridos

Jay Frye, presidente de la IndyCar, admitió que el impacto del coronavirus les está llevando a reflexionar sobre la prevista introducción de los motores V6 Biturbo de 2.4 litros con sistema de recuperación de energía. Lo primordial es saber si Honda y Chevrolet podrán tener a tiempo el sistema para 2022.

"El mundo ha estado parado casi tres meses y ahora empieza a caminar de nuevo de forma lenta. ¿Cómo nos afectará? ¿Hacia dónde debemos ir? Tenemos que tenerlo en cuenta, aunque la decisión de introducir un nuevo motor en 2022 es firme", señaló Frye, quien admitió que retrasar la hibridación uno o dos años es una de las posibilidades a considerar. Y también tener en cuenta posibles nuevos motoristas que se quieran incorporar a la serie.

Por ejemplo, los responsables de IndyCar señalan que a General Motors podría interesarle el retraso, ya que están inmersos en la hibridación de los motores que usará Cadillac en la nueva categoría LMDh a partir de 2022. Es posible que les interese no tener que hacer el esfuerzo técnico y financiero de un doble cambio de motor para el mismo año. Y algo similar sucede con Honda, que está en la IMSA con Acura… marca cuyos colores defiende oficialmente Roger Penske, el actual patrón de la IndyCar; por lo tanto conoce de primera mano el problema.

"No podemos tardar en tomar la decisión final. El tiempo se agota. Si quisiéramos cambiar a híbridos en 2022, posiblemente no podamos esperar ni un par de meses en decididirlo", añadió Frye, quien admitió que el interés por la hibridación que mostraban los socios motoristas de la IndyCar no es tan evidente ahora como hace unos meses.

Frye espera que, después del retorno en Texas, las conversaciones puedan avanzar con cierta fluidez. Quedará prácticamente un mes para la próxima cita y se podrá hablar con intensidad y rapidez.