La futura normativa Euro 7 tiene muchos detractores

La presión en grupo siempre surte efecto, sobre todo cuando el grupo lo forman varios países. Lo hemos visto con la normativa planeada para 2035, que abrió la puerta a los combustibles sintéticos y ahora, podríamos verlo con la puesta en marcha de la Euro 7, pues hay varios países que se muestran claramente en contra.

Durante los últimos meses, la normativa Euro 7 ha dado mucho de qué hablar. Diferentes voces, entre las que destaca el señor Carlos Tavares, han dicho en varias ocasiones que la Euro 7 será un problema de cara al desarrollo de tecnología y que podría retrasar la evolución de los coches eléctricos. Pero Tavares no está solo, porque ahora, el CEO de BMW, Oliver Zipse, también se muestra de acuerdo con sus declaraciones.

Zipse, durante la 103º edición de la Asamblea General anual del Grupo BMW, ha asegurado que la aplicación de la Euro 7 es "totalmente inviable", ya que, tras las condiciones de pruebas realizadas hasta ahora, presentan situaciones poco realistas y provocan ciertos problemas con los que no contaban. También destaca que su efecto sobre la sostenibilidad, tanto dentro como fuera de las ciudades, será insignificante.

Al mismo tiempo, comparó la situación que tenemos en Europa con las acciones tomadas por Estados Unidos, que trata de proteger a los fabricantes que fabriquen sus vehículos en tierras norteamericanas, mientras que Europa hace todo lo contrario, ya que se endurece excesivamente la situación de las empresas europeas y las históricamente asentadas.

"No voy a andarme por las ramas: tal y como está planeado en este momento, simplemente no va a funcionar", aseveró el consejero delegado de BMW.

Son unas declaraciones que ya hemos visto en otras ocasiones y que, además, también comienzan a darse en el apartado político. Concretamente, el ministro de Transporte italiano, Matteo Salvini, quiere bloquear la puesta en marcha de la Euro 7 si se mantiene en su forma actual. Según el político, tal y como está redactada, no resulta útil desde un punto de vista medioambiental y además, encarecerá innecesariamente los vehículos. Ya hemos visto algunos efectos de dicha normativa, como es el caso de la posible retirada del mercado los utilitarios de Volkswagen –Volkswagen Polo, SEAT Ibiza y Škoda Fabia–.

El ministro italiano cuenta con el apoyo de varios países: Francia, República Checa, Eslovaquia, Portugal, Bulgaria, Polonia y Hungría. No obstante, su intención es la de contar con un mayor número de apoyos para cambiar, o bien, bloquear, la normativa de emisiones Euro 7.

Por otro lado, la ACEA, la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles, también se ha mostrado en contra de la normativa, y aseguran que el actual calendario para su implantación es poco realista y afirman que los beneficios serán casi nulos, frente a las inversiones necesarias para cumplir con las exigencias que marca la Euro 7.

"La Euro 7 supone un importante refuerzo respecto a los criterios actualizados […] en 2020 con la norma Euro 6d. No es una simple extensión del estándar Euro 6 lanzado en 2014. Los escenarios más estrictos de la Euro 7 reducirían las emisiones de NOx del transporte por carretera en menos de un 4% adicional en comparación con los niveles de la Euro 6d", han declarado desde ACEA.