La alerta terrorista en París se ceba con este Porsche 911 Carrera S

Al día siguiente, la policía parisina halló el vehículo 'abanadonado' y –dado el nivel de alerta terrorista vigente en la ciudad– activó el protocolo de seguridad ante un posible coche bomba. Los agentes alertaron a la unida de artificieros, que acudió al lugar y colocó una pequeña carga explosiva sobre el capó –el maletero frontal– del deportivo para llevar a cabo una detonación controlada. Las consecuencias fueron nefastas: el frontal del coche quedo completamente destrozado aunque, afortunadamente, no contenía ningún otro artefacto explosivo en su interior.

Esta es una de las consecuencias del clima de alerta presente en la capital francesa, consecuencia de los ataques terroristas acaecidos en noviembre de 2015. No es la primera vez que ocurre algo así, en septiembre, un Peugeot 607 apareció también mal estacionado en la catedral de Notre Dame y en su interior la policía encontró varias bombonas de gas que, afortunadamente, no explosionaron. Posteriormente se informó de que el coche pertenecía a una mujer que preparaba un viaje a Siria para unirse al autodenominado Estado Islámico.