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Koenigsegg y Saab, juntos de nuevo de la mano de Nevs

30/01/2019 16:49

La compañía china Nevs, actual propietaria de Saab, ha firmado un acuerdo con Koenigsegg en busca de una sinergia en la fabricación e implementación de tecnologías híbridas. Para ello, el holding asiático ha comprado el 20% de las participaciones del fabricante de superdeportivos, una cuota que podría ampliar al 65% con una futura inversión.

La historia de Saab en los últimos tiempos ha estado llena de contratiempos y bancarrotas. Han sido varias las entidades que han intentado salvar a la marca, pero parece como si se resistiese a sobrevivir. Cuando entró en quiebra por primera vez, la propia Koenigsegg decidió acudir al rescate, pero en el último momento hubo problemas y finalmente la marca desapareció. Ya en 2012, la firma Nevs –Empresa Sueca de Vehículos Eléctricos, por sus siglas en inglés– se hizo con la propiedad de la marca gracias a una inversión de capital chino pero, dos años más tarde, perdió los derechos de su nombre. Finalmente, en el año 2017, Nevs hizo uso de la denominación 9-3 para la comercialización de un modelo basado en el Saab 93 en el mercado asiático, pero éste nunca llegó al continente europeo.

Ahora, Nevs –de porpiedad china– ha anunciado mediante un comunicado de prensa su afiliación con el fabricante sueco Koenigsegg tras una inversión en ella de 150 millones de euros, lo que le permite tomar el 20% del fabricante de híper deportivos. Las dos marcas, que ya habían colaborado en otros proyectos anteriormente, se beneficiarán mutuamente. El plan de Nevs es acceder a la tecnología y propiedades intelectuales de Koenigsegg, mientras que éste último, aparte de recibir una gran inyección de capital, obtendrá la capacidad para fabricar en un mayor volumen gracias a las plantas y los canales de distribución de Nevs y los recursos para implementar tecnología híbrida y eléctrica a sus futuros supercoches. Con el tiempo, Nevs contempla otra inversión de 150 millones de euros y una participación en la empresa sueca de hasta el 65%, lo que dejará a Christian von Koenigsegg –su fundador y propietario– con el 35% restante.

Nuevamente, el nombre Saab como tal, apenas tiene relevancia en esta oportunidad de negocio para ambos fabricantes. Parece que es una marca destinada a desaparecer pero, que aún así, se niega a morir. Tal vez el paso dado por su actual propietaria pueda servir en el futuro para volver a flote, aunque únicamente sea en el mercado chino.