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Fiat-Chrysler apuntala la fusión con PSA pese al coronavirus

20/05/2020 12:55

El presidente de Fiat-Chrysler, John Elkann, ha dicho que la fusión propuesta entre FCA y el Grupo PSA tiene más sentido que nunca en el contexto de la crisis del coronavirus. El Covid-19 golpea a la industria automovilística en un momento que ya se intuía difícil desde el punto de vista económico por la inversión necesaria para avanzar en el camino de la descarbonización.

FCA y PSA anunciaron su voluntad de fusionarse en diciembre de 2019. Desde entonces se han embarcado en meses de negociaciones para concretar los detalles del grupo resultante, que se convertirá en el cuarto fabricante a nivel mundial. La fusión real se materializará a finales de este 2020 o a principios de 2021, si todo avanza según lo previsto.

En un comunicado dirigido a los accionistas de Exor, la cabeza visible de la familia Agnelli ha dicho que los motivos de la unión "son más fuertes que nunca" y que el trabajo preparatorio avanza "dentro de los plazos y según lo previsto". Sus palabras reafirman el compromiso de Fiat-Chrysler ante cualquier tentación de echarse atrás por la crisis.

El discurso de Elkann supone el primer pronunciamiento claro de FCA sobre esta materia desde que empezó la crisis del Covid-19. Coincide con la línea que PSA marcó a finales de marzo, cuando las fábricas ya estaban cerradas por el Covid-19 y el sector tomaba consciencia de la magnitud de la crisis que se avecinaba.

"Esta fusión tiene más sentido que nunca. Nuestros equipos siguen trabajando con el mismo compromiso", dijo entonces la compañía en un comunicado de prensa.

La empresa resultante de la unión de PSA y FCA aún no tiene nombre, pero se sabe que tendrá su sede fiscal en los Países Bajos. Los dos gigantes se repartirán los cargos de poder: John Elkann será su presidente y el director general de PSA, Carlos Tavares, será el primer consejero delegado de la nueva compañía. Calculan que podrán ahorrar 3.700 millones de euros anuales gracias a nuevas sinergias.

La oferta de Fiat-Chrysler a PSA ocurrió después de que el grupo italiano perdiera la paciencia con Renault, que era su primera opción. Los italianos pensaron en la marca del rombo y trabajaron en un acuerdo cuando Carlos Ghosn todavía se hallaba en la posición de poder, pero su caída en desgracia y la burocracia de un fabricante que depende del estado francés acabó con esa posibilidad.