El mayor desafío del Dakar lo afronta el responsable de logística
El Dakar es un desafío para los participantes. Pero pocos imaginan el desafío que representa para los organizadores, que deben preveer mil y una situaciones posibles, velar por la seguridad de los participantes, montar los campamentos, alimentar a toda la tropa…
Y este año con una dificultad añadida: el Campamento del Mar. Tradicionalmente —bueno en los dos años anteriores— los participantes pernotaban en la ciudad, en diversos hoteles de Yeda, cada uno por su cuenta. Pero tras los dos ‘presuntos atentados’ del pasado año ya no será así.
Desde que pongan un pie en Arabia, los participantes del Dakar vivirán en una ‘burbuja’, pactada entre ASO y el gobierno saudí. La burbuja de Yeda, en la que los ‘dakarianos’ vivirán varios días, ha sido bautizada como ‘Campamento del Mar’. Tiene todas las comodidades que se puedan imaginar en un campamento y hará que los participantes tengan contacto entre ellos antes de la salida, que se conozcan más y quizás tejan alguna alianza.
El Dakar es casi una ciudad ambulante. 455 vehículos inscritos en carrera, más los de asistencia y los propios de la organización… 820 participantes de 68 países… pero con asistencias, organizadores, prensa y algunos seguidores privilegiados se acercan a las 3.700 personas. Y hay que tener control permanente sobre todas ellas.
Aparte de los vehículos participantes y las asistencias, ASO tiene una flota de 14 helicópteros a su disposición, cuatro de ellos sólo para filmar; los otros son de dirección de carrera, de asistencia médica.... 89 vehículos de organización, desde los dedicados a asistencia médica, a los que transportan víveres, keroseno para los helicópteros, gasolina para los participantes…. Los autocares que llevarán a los que siguen la prueba por avión, desde el aeropuerto —militar, normalmente— hasta el campamento. Los camiones que montan y desmontar campamentos son suficiente antelación o llevan los alimentos, nada menos que 23. Y los dos hospitales móviles. Y ya que hablamos de camiones, 38 de ellos han sido especialmente fabricados para surcar el desierto.
Entre el personal destaca el sanitario: 65 personas, entre las cuales 15 médicos de urgencias y tres cirujanos, así como una docena de fisioterapeutas.
Hay que coordinar los vuelos locales, el barco que trae a los participantes europeos desde Marsella y el que los devolverá a Marsella al concluir la prueba.
La logística de toda esta ciudad rodante es por tanto espectacular, increíblemente difícil. Y hay que tenerla en cuenta cuando se elige el recorrido. Una vez decididas las ubicaciones de los campamentos, es cuando se puede trazar el itinerario real de la prueba, confeccionar el rutómetro y comprobarlo.
Una operación militar de altos vuelos se queda corta ante la planificación de un Dakar. No sólo es saber lo que necesitas, sino donde encontrarlo… y guardarse las espaldas para reaccionar ante cualquier imprevisto.
