SUCESOS

El coche autónomo de Uber detectó a la víctima, pero no frenó a tiempo

Fernando Sancho
25/03/2018 11:59

El pasado 18 de marzo una mujer falleció en Tempe –Arizona– como consecuencia del atropello de un coche autónomo de Uber. Fue el primer atropello mortal por parte de un vehículo de estas características, lo que derivó en una profunda investigación de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos. Una investigación que ha determinado que el vehículo de Uber sí que detectó previamente a la víctima antes de atropellarla, pero decidió no frenar.

El suceso tuvo lugar a primera hora de la mañana cuando un Volvo XC90 autónomo de Uber atropelló a una mujer en una de las calles principales de Tempe, Arizona. Un percance que según la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos tuvo lugar porque el coche no frenó a pesar de detectar el obstáculo. De hecho, según los datos recogidos, el coche detectó a la víctima seis segundos antes del impacto. El sistema autónomo primero detectó a Elaine Herzberg como un objeto no identificado, luego como un coche y en última instancia como una bicicleta, ya que la víctima cruzaba la calzada por una zona sin señalización y mal iluminada mientras empujaba una.

Como es habitual en las pruebas de Uber, el coche en el que se estaba probando su tecnología de conducción autónoma contaba con un conductor de seguridad que, sin embargo, tampoco pudo evitar el atropello. Fue el propio empleado de la empresa el que alertó a los servicios de emergencia del suceso pero, por desgracia, las heridas derivadas del impacto eran demasiado graves. No obstante, el sistema decidió frenar 1,3 segundos antes del impacto para mitigar el golpe, una decisión demasiado tardía y supeditada a que el frenado de emergencia que equipa el Volvo CX90 no está activado en las pruebas de conducción autónoma para evitar comportamientos erráticos.

Uber detuvo todas las pruebas en tráfico abierto de su tecnología de conducción autónoma, test que se llevaban a cabo en Pittsburg, San Francisco, Toronto y Tempe, mientras que tras conocerse la resolución de la investigación ha decidido dejar de probar en Arizona. Desde el inicio del proyecto en febrero de 2017, Uber sólo había acumulado un percance grave anterior en el que uno de sus Volvo XC90 acabó volcado, aunque el sistema de conducción autónoma no fue el responsable del accidente. Con todo, la marca adelanta que volverá a hacer test en carreteras públicas próximamente.

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