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La llegada del ciclo WLTP también afectará a los eléctricos

Fernando Sancho
16/07/2018 18:51

La llegada del nuevo ciclo de homologación WLTP es inminente. Será el 1 de septiembre y atrás quedará la normativa de emisiones NEDC, en una transición que afectará a buen número de vehículos. Más allá de los cambios que se den en las cifras oficiales a nivel prestacional o de autonomía, las variaciones más importantes llegarán en la base impositiva de algunos coches. Como la fiscalidad del automóvil en España se basa en el volumen de emisiones, estos modelos sufrirán un aumento de precio.

No es el caso de los coches eléctricos que, al tratarse de vehículos con un nivel de 0 emisiones, mantendrán su fiscalidad sin cambios. Una gran oportunidad de mercado para los fabricantes que tienen algún modelo eléctrico en su gama ante la inestabilidad que se vivirá en la industria del automóvil en los próximos meses ante la presumible subida que sufrirán los vehículos con motor de combustión. Sin embargo, los vehículos eléctricos también recibirán una dosis de realidad con la normativa WLTP.

Es práctica habitual entre los fabricantes a la hora de homologar un vehículo eléctrico, además de practicar una conducción eficiente difícilmente replicable en la vida real, utilizar modelos con el equipamiento justo. Sin embargo, el nuevo ciclo WLTP obligará a que las pruebas de emisiones, en este caso de autonomía, se hagan con vehículos que tengan el equipamiento real. Esto se traduce entre otras cosas en un mayor peso, por lo que el ciclo WLTP reflejará datos de autonomía más bajos que los actuales.

En modelos como el Renault Zoe, Nissan Leaf y Smart ForFour la diferencia entre la autonomía actual y la nueva bajo ciclo WLTP apenas varía entre un 7% y un 10%. Los dos primeros tendrán así una autonomía en torno a los 280 kilómetros, mientras que el modelo de Smart acreditará 150 kilómetros entre carga y carga. La variación es superior al 25% en modelos como el Tesla Model S, el Volkswagen eGolf, el BMW i3 o el Hyundai Ioniq.

El Jaguar I-Pace, por su parte, únicamente ha homologado su autonomía en el ciclo WLTP, con un esperanzador dato de 480 kilómetros. Todavía no hemos tenido la oportunidad de realizar una prueba de larga duración con el primer eléctrico de la marca, por lo que no podemos dar testimonio de cuál es su autonomía real. No obstante, durante una demostración realizada por Jaguar en California, Estados Unidos, un I-Pace cubrió una distancia de 320 kilómetros en condiciones de tráfico real, lo que permite hacernos una primera idea de cuál es la brecha entre la autonomía anunciada de los eléctricos y el rendimiento de sus baterías.

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