BMW 1600 GT convertible: recuperar algo único

De hecho, ya en 1967 la firma de Múnich había modificado el modelo, otorgándole el motor de 1.6 litros y 105 caballos, el eje trasero y los asientos del 1600 TI, la clásica rejilla en forma de riñón y las luces traseras redondas del BMW Serie 2. Con todos esos cambios, algunos mecánicos y otros estéticos, el modelo pasó a llamarse BMW 1600 GT. Fue un éxito de ventas, con 1.255 unidades en apenas un año de producción. Tanto por unidades, como por tiempo de producción, es un modelo raro. Pero lo iba a ser más.

Y es que ni el Glas 1300 GT ni el 1700 GT tenían versiones convertibles, y BMW nunca vendió un modelo descapotable de 1600 GT. ¿Entonces qué es lo que vemos en las fotos? Tus ojos no te engañan: un BMW 1600 GT convertible. Fue a petición del importador de BMW USA, Max Hoffmann, que el fabricante de automóviles exploró la posibilidad de construir un descapotable del 1600 GT, pero también una versión coupé con un motor más grande de 2.0 litros.

En octubre de 1967, BMW recibió una carrocería convertible construida por Frua, que fue montada en un chasis reforzado. El coche se ensambló y remató en todos sus detalles en la fábrica de Dingolfing y el 16 de noviembre se completó oficialmente el 1600 GT descapotable. Un segundo prototipo se construyó poco después, pero tras un accidente durante unas pruebas, el modelo quedó severamente dañado y fue definitivamente destruido.

Desafortunadamente, los planes para la producción en serie y la exportación a los Estados Unidos nunca se materializaron. El único ejemplar del BMW 1600 GT descapotable que había, fue entregado al principal accionista de BMW AG en ese momento, Herbert Quandt.

Perfectamente legal para rodar por vías públicas, el automóvil permaneció en la familia Quandt durante muchos años antes de ser vendido a otros propietarios privados. En última instancia, el Centro de Ingeniería Allianz, con sede en Múnich, compró el convertible 1600 GT y llevó a cabo un importante trabajo de restauración por primera vez.

Pero el BMW Group Classic tenía un ojo puesto en el modelo, y en cuanto pudolo compró con el plan de devolverlo a su estado original en el lugar donde vio la luz por primera vez: la planta Dingolfing. Y así, después de varios años de minuciosa restauración por parte de BMW, el convertible de cuatro asientos plateado con techo rojo vuelve a estar en forma. Haciendo uso de piezas originales junto con otras elaboradas expresamente para la restauración, el 1600 GT luce igual que hace 51 años. Su destino es el museo de la marca, donde lucirá como el único ejemplar en el mundo.