Bentley recurre a aviones de carga para prepararse para el Brexit

El Brexit entró en vigor el pasado 31 de enero, pero hasta el 31 de diciembre el Reino Unido se rige básicamente por los mismos acuerdos comerciales que tenía cuando pertenecía a la Unión Europea. Esa situación cambiará a partir del 1 de enero de 2021, cuando volará solo y será independiente en la escena internacional.

En estos momentos todavía no hay un acuerdo entre las dos partes, por lo que las consecuencias finales del Brexit todavía son impredecibles.

Un cambio tan grande naturalmente conlleva un reto para la industria automovilística, que tiene múltiples factorías repartidas por toda Inglaterra. La posibilidad de que entren en vigor aduanas entre las dos partes puede obligarlas a replantear cómo operan.

Una de las marcas afectadas es Bentley, que es prudente ante el escenario cambiante. Su preocupación no son los aranceles –posibles si no hay acuerdo entre las dos partes–, sino que la cadena de suministros sufra disrupciones por las aduanas.

"Los impuestos no son críticos si todo fluye. Que el flujo –el transporte– se detenga es mucho más peligroso que una tarifa por el Brexit", ha declarado su director ejecutivo Adrian Hallmark en declaraciones al Financial Times.

En previsión, Bentley ha alquilado más almacenes para ampliar su stock disponible y ha buscado nuevas rutas logísticas. Destaca un acuerdo comercial con la empresa Antonov, que ha accedido a facilitarle cinco aviones de carga para importar componentes desde el continente.

"Llevamos dos años planificándolo. Tenemos cinco Autonovs en la reserva para traer piezas hasta Manchester", ha dicho Hallmark. "Antes teníamos dos días de stock, pero ahora tenemos reservas para 14 días. Son 14 días laborables, casi tres semanas de trabajo".

El 90% de los componentes usados por Bentley son importaciones provenientes de la Unión Europea. El continente asume el 24% de sus ventas.