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Barcelona tiene en el punto de mira los coches con etiqueta B de la DGT

02/11/2020 09:43

El Área Metropolitana de Barcelona está valorando ampliar la prohibición de circular por la Zona de Bajas Emisiones –ZBE– a los vehículos que tienen la etiqueta B de la DGT. En estos momentos, sólo están prohibidos aquellos que no tienen etiqueta metioambiental.

El AMB ha puesto en su punto de mira los coches de gasolina matriculados entre el 2000 y el 2006, y los Diesel de entre 2006 y 2013. Sobre todo estos últimos, "porque está claro que los Diesel Euro4 y Euro5 son los más contaminantes y hay que actuar contra ellos", según ha declarado Antonio Poveda, su vicepresidente de Movilidad.

Cabe recordar que, desde el punto de vista municipal, las emisiones de dióxido de carbono carecen de relevancia. Para las ciudades, lo importante es cumplir con el protocolo sobre calidad del aire y, por tanto, sobre las emisiones de NOx y de las partículas. Son los datos que les pueden acarrear fuertes multas por parte de las autoridades europeas.

Se da la circunstancia que, tras el confinamiento, el tráfico de vehículos ha aumentado de forma notable por el miedo de los ciudadanos a usar el transporte público en hora punta. Esto ha hecho que los niveles de estos elementos se haya situado muy cerca, por no decir a la altura, de los registros que se tenían antes de la pandemia.

Para el AMB, la restricción de la circulación de estos vehículos sería importante porque representaría un tercio del parque de vehículos que circulan habitualmente por esta zona. En el caso de Barcelona ciudad, el porcentaje es del 27%.

La intención de los rectores de la AMB es que esta prohibición entre en vigor en 2022. Para entonces, los coches de gasolina afectados ya tendrán un mínimo de 16 años y los Diesel tendrán un mínimo de 9.

El AMB sabe que la norma será impopular, por eso piensa que establecer una excepción. Los residentes dentro de la ZBE tendrán dos años de gracia y podrán seguir usando sus vehículos hasta 2024.

La idea es provocar el mismo efecto que han provocado las actuales restricciones, que han hecho descender el tráfico de los coches sin etiqueta de un 27% a sólo un 2%,

También adecuará las normas a los cambios que la DGT pueda introducir en las etiquetas. Un tema del que se está hablando ante las dudas que suscitan las emisiones sobre todo de los híbridos enchufables o PHEV, cuyas bajas emisiones sólo se cumplen si sus propietarios recargan regularmente las baterías, cosa que por el momento no parece suceder.