Las ayudas a la conducción, admitidas en el examen para obtener el carnet

Muchas de estas ayudas prácticas están ya muy difundidas en el mercado. Son prácticamente de serie no ya en las gamas altas, sino en las gamas medias y se extienden también a coches de menor tamaño. Algunas de ellas, además, pueden ser obligatorias en todos los coches nuevos dentro de muy poco tiempo, al igual que se ha adoptado a lo largo de los años los cinturones de seguridad, airbags, ABS o el ESP.

Los nuevos coches tienen en buena parte cambio automático DSG, asistentes a la arrancada en pendiente, control de crucero inteligente, asistente de cambio involuntario de carril, asistente de aparcamiento o sistema de frenado de emergencia, así como sistemas de encendido de luces o accionamiento del limpiaparabrisas.

Y ahora, la DGT autoriza a partir del 16 de septiembre el uso de esta tecnología en el examen de conducir, aunque no está claro si los que opten por examinarse con estas ayudas estará obligados a conducir exclusivamente coches que las lleven. Eso sí, los examinadores podrán solicitar que el aspirante localice alguno de estos sistemas.

Sin embargo, no todas las ayudas valdrán. Entre los admitidos estarán el sistema Start&Stop, el asistente de arrancada en pendiente, el sistema de frenado de emergencia –AEB–, los asistentes al aparcamiento o la alerta de tráfico cruzado –RCTA–. Los sistemas como el control adaptativo de la velocidad, el de aviso y corrección de cambio de carril o el de estacionamiento total "deberán desactivarse en el momento del examen", según la DGT. 

Cabe recordar que en estos momentos ya está en vigor el carnet de coche automático –aunque es una opción desconocida–, que no es más que el carnet tipo B con la excepción de que sólo permite conducir coches con cambio automático y no con cambio manual. Para obtener este carnet hay que superar el examen con un coche de cambio automático.