Aston Martin piensa en grande ahora que tiene el dinero de Stroll

Stroll ha comprado el 16% de las acciones de Aston Martin, convirtiéndose así en su accionista mayoritario. Eso le ha costado 186 millones de libras, a lo que hay que sumar otros 318 millones que inyectará en las arcas de la compañía. 504 millones de libras en total, 600 millones si hablamos en euros.

Andy Palmer, director ejecutivo de la compañía, le ha descrito como poco menos que un salvador en declaraciones a la revista británica Autocar. Palmer ha dicho que, de no ser por Stroll, se hubieran visto obligados a firmar "un crédito de 100 millones al 15%, que a la larga hubiera traído problemas".

"Su inversión nos permite hacer las cosas correctamente. Nos permitirá controlar la oferta y la demanda de una forma que Ferrari ha demostrado que es muy eficaz. Hasta ahora hemos tenido que cuadrar las cuentas impulsando las ventas para pagar las facturas. Ahora podremos reducir volumen y operar correctamente", ha dicho.

"Teníamos que pagar las facturas, en especial las de la nueva fábrica que hemos construido. Lo decidimos en 2016, cuando íbamos bien. Nos comprometimos a ese plan, pero no puedes construir una fábrica y crear un nuevo SUV con atajos. Los costes eran fijos y el mercado ha ido a peor".

Palmer asume su responsabilidad como director ejecutivo, pero esgrime que "había factores que no podía controlar, factores que han afectado al mercado de los coches de lujo". Cree que cuenta con la confianza de su nuevo accionista mayoritario.

"Espero que la gente recuerde que he tenido cuatro años buenos y uno malo. Sé que la gente tiene poca memoria y que yo soy el responsable, pero pienso que cuento con el apoyo de Lawrence Stroll, de sus inversores y de nuestros accionistas", ha añadido.

"Esta industria es complicada, pero llevo en ella 40 años y espero que la gente reconozca que soy bueno innovando con nuevos productos y convirtiéndolos en un éxito. 2019 ha sido un año muy malo para la industria. Mi responsabilidad es gestionar esa situación. Creo que, con esta inversión, tenemos lo que necesitamos para hacerlo".

La llegada de Lawrence Stroll implica también el punto y final del acuerdo de patrocinio con el equipo Red Bull de Fórmula 1, ya que el canadiense rebautizará Racing Point -también de su propiedad- con el nombre de Aston Martin. La colaboración terminará en cuanto el Aston Martin Valkyrie sea una realidad. No podría ser de otra manera, porque hay 150 compradores adinerados que esperan pacientes su hypercar. Si nada se tuerce, las primeras entregas empezarán este año.