Alonso y la Triple Corona: "Cuando ya tienes Le Mans, te llama más"

Los fantasmas del pasado no se han repetido y Toyota ha alcanzado un triunfo que se le había resistido hasta en veinte ocasiones antes de este fin de semana. Alonso está pletórico y orgulloso de haber contribuido al resultado, pero subraya que es un éxito colectivo de todos sus pilotos.

El bicampeón de Fórmula 1 eleva la victoria de Le Mans al valor de un Campeonato por el prestigio de la prueba.

"Creo que ganar Le Mans es cercano a ganar un Mundial, porque la carrera es muy icónica, muy prestigiosa. Gano cuando puedo y cuando no lo intento, pero lo que nunca hago es rendirme. Estoy satisfecho y seguramente sea una de las victorias más importantes de mi vida".

"Es una sensación única. Ahora quizá esté aún en shock, porque estábamos muy concentrados en la carrera viendo las últimas vueltas. Fueron 24 horas muy intensas en la que los dos coches estuvieron en un minuto durante gran parte de la carrera. Estoy intentando disfrutar de cada segundo. Mañana será momento de darnos cuenta".

"Seguramente es un día importante, quizá histórico. Después de la victoria de Marc Gené en la categoría absoluta y de Antonio García en los GT, volver a tener la bandera de España en el podio es importante. Para mí en particular, unirme a esta aventura o a las 500 Millas de Indianápolis en 2017, correr estas carreras históricas y poder ser competitivo junto a los pilotos que son especialistas de estas modalidades, es algo que me hace sentir muy orgulloso. Intento exprimir la adaptación que tengo a todos los coches".

Rehúsa pensar que el resultado final es consecuencia de su fulgurante relevo nocturno, en el que remontó minuto y medio. Piensa en sus compañeros.

"Me siento orgulloso del trabajo hecho, de la preparación que hicimos, de llegar a un nuevo campeonato y que sea competitivo desde el primer día. Es un equipo de seis o siete pilotos que vamos a Aragón o Portimao, que hacemos test de 36 horas, que comemos juntos, que jugamos a la Play juntos. El trabajo es de todos. Que ganase el coche 7 o el 8 era una casualidad de quién eligiera la carrera".

Pero admite que su ritmo nocturno fue un aliciente para sus compañeros.

"Es difícil saber cuándo cambian las carreras, sobre todo en las carreras de 24 horas. Quizá ése fuera uno de esos momentos. Llegamos a la noche un poco en depresión. Perdíamos minutos. De repente empezamos a ganarlos y el que viene luego coge moral. En las carreras de resistencia hay la peculiaridad de que el que va delante no arriesga nada. Cuando tienes dos minutos, no atacas tanto los pianos, eres más cauto. Pero el que va detrás siempre ataca. Por eso nunca hay un coche que se escape".

"Durante la noche tuvimos media hora de desconcierto. Íbamos bien, las posiciones –de los dos coches- estaban medio congeladas para ver la evolución de la carrera, y de repente hubo un coche de seguridad que nos costó 40 segundos. Luego una penalización por banderas amarillas y nos vimos dos minutos y medio por detrás. Hubo un momento de pánico, pero coincidía que me tocaba mi relevo".

Aporta detalles sobre su extraordinaria velocidad de madrugada.

"Las temperaturas bajan de noche y yo suelo calentar los neumáticos un poco más que ellos. Sufro más cuando hace calor, pero le sacó más rendimiento de noche. Creo que el coche iba mejor en condiciones frías, los reglajes estaban pensados para una Le Mans fría".

"Encontré un buen ritmo con el tráfico y tuve suerte en un par de vueltas. Adelantaba a otros coches en el mejor lugar posible y tenía el último sector libre. Cuando tienes suerte, a veces tienes aún más suerte. Cuando tienes mala suerte, entras en una espiral extraña en la que todo parece ir mal. Fueron buenas tandas. Saqué el máximo partido del coche. Con Sébastien y Kazuki intentamos mantener la calma y estar en la carrera hasta las dos últimas horas, porque quizá hubo algún momento de la carrera en el que estuvimos un poco por detrás, pero intentaremos estar ahí hasta el final".

El Toyota 8 terminó con dos vueltas de ventaja sobre la unidad 7 porque Kamui Kobayashi cometió un error a dos vueltas del final. El japonés se olvidó de entrar en boxes y volvió al Pit-Lane a baja velocidad, pero además recibió dos Stop&Go por exceder el consumo de combustible y el número de vueltas por tanda.

"Al final ganamos por poco. Creo que nuestro coche iba mejor que el suyo de noche. De día iban igual. Ellos tuvieron algunas penalizaciones que nos ayudaron a que todo fuera aún más claro. Es muy fácil tener un toque, es muy fácil cometer un error y salirte de pista. No es que llegues aquí y ganes, porque si no lo haría cualquiera. Has de ejecutar la carrera, utilizar todo el sistema híbrido, estudiarlo todo, dedicarle tiempo".

TRIPLE CORONA

Fernando Alonso ya ha ganado el GP de Mónaco y las 24 Horas de Le Mans. ‘Sólo’ le falta la victoria en las 500 Millas de Indianápolis para conseguir la Triple Corona e igualar así a Graham Hill, el único piloto que la tiene.

El asturiano admite que Indianápolis puede convertirse en un objetivo prioritario a partir de ahora, pero se emplaza a después del verano para hablar de su futuro profesional.

"Es verdad que, cuando ya tienes Le Mans y sólo te falta una, te llama un poco más. Después de Le Mans, Indianápolis entra en juego como una prioridad superior. Veremos si es el año que viene o en los siguientes, y también cuál es el futuro de la Fórmula 1".

"Ganar la Triple Corona todavía es un objetivo muy atractivo. Después del verano tengo que pensar qué puedo hacer, pero hoy no quiero pensar ni hablar de ello, porque no disfrutaría de este momento".

"Si buscas en cualquier sitio cuáles son las grandes citas del automovilismo, verás que son las 24 Horas de Le Mans, Indianápolis, el Rally de Montecarlo… Como piloto, supone muchísimo conseguir ganar esas citas. La Triple Corona sigue siendo un objetivo muy atractivo porque sólo un hombre lo ha hecho. Yo también estoy intentando ganar el Mundial de Resistencia. También tengo el de Fórmula 1. Sería una Triple Corona más triple".

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