¿Adiós a Carlos Tavares? Stellantis piensa en su jubilación tras el batacazo en beneficios y el 'escándalo' de los motores PureTech

Los dos hombres fuertes de Stellantis son las antiguas cabezas visibles de los dos grupos automovilísticos. Su presidente es John Elkann, que ya ostentaba ese cargo en la antigua FCA cuando tuvieron lugar las negociaciones. El otro es Carlos Tavares, antaño su homólogo en PSA, que pasó a adoptar el rol de consejero delegado después de su unión.

Lo fundamental aquí es que Tavares siempre tuvo un contrato de cinco años, lo que implica que en enero de 2026 dejará el cargo a menos que se le ofrezca una renovación. Y esa fecha de caducidad es lo que ha propiciado que John Elkann ya haya emprendido un proceso de búsqueda activa para encontrar a otros candidatos para el puesto.

Todo esto ocurre poco después de que se haya anunciado que los beneficios de Stellantis se han desplomado un 48% en el primer semestre de 2024 –de unos 11.000 a 5.600 millones de euros–. Esto ha hecho sonar las alarmas, especialmente por la pérdida de cuota de mercado en Norte América, y ha propiciado que por primera vez se hable de prescindir de algunas de las marcas del grupo.

Ahora, Bloomberg y Reuters informan que John Elkann ha empezado a buscar a alguien que pueda asumir el relevo de Tavares cuando acabe su mandato como consejero delegado. Fuentes de la compañía aseguran que esta búsqueda no tiene nada que ver con el bache económico del consorcio y que se enmarca en la normalidad de contemplar todas las opciones disponibles para una decisión tan importante.

De momento, Carlos Tavares ha atacado la crisis que atraviesan en Estados Unidos con un plan de recortes que ha puesto en pie de guerra a sus trabajadores, que amenazan con la huelga. Stellantis también espera reducir el número de coches en stock para ser más eficiente.

A nivel de producto, el punto más peliagudo de la gestión de Carlos Tavares ha sido el escándalo de los motores PureTech. Un propulsor que se introdujo en los coches de PSA en 2014 y que fue elegido motor del año en su cilindrada cuatro años seguidos entre 2015 y 2018. Lo que era un gran producto se transformó en una pesadilla con el paso del tiempo, pues a medida que lo actualizaron empezaron a surgir problemas. El más notorio era el desgaste de la correa de distribución, que podía llegar a derivar en un ‘gripado’ del motor. Este propulsor se ha sustituido en tiempos recientes por un microhíbrido con un motor de combustión de la misma cilindrada y disposición, pero con cadena de distribución en vez de correa, entre otras modificaciones.