Abandonado el Tesla Model S vencedor en Pikes Peak

¿Alguna vez te has preguntado qué sucede con los coches de carreras cuando dejan de competir? Todo amante de los coches y, especialmente, los apasionados de la competición pensamos que cualquier vehículo que fue capaz de competir y medirse con otros en busca de la gloria, merece ser admirado y respetado por el mero hecho de haberlo intentado.

Si además se trata de un campeón, ya sea de una sola carrera o de todo un mundial, su lugar, sin duda, está en un museo. Por último, el código de honor con estas máquinas ganadoras les debería permitir salir a la pista de vez en cuando para recordar viejos tiempos y quitar la carbonilla de los colectores.

Pues bien, éste no es siempre el futuro que les espera a los de su condición. De hecho, la mayoría de las veces ni siquiera los más dignos vencedores logran su retiro dorado y terminan como carne de desguace o, en el peor de los casos, abandonados en cualquier chatarrero.

Algo parecido, pero no tan extremo, le ha sucedido al Tesla Model S vencedor en la subida a Pikes Peak el pasado mes de junio. La berlina de GoPuck que logró la victoria en la categoría de vehículos eléctricos de producción con Blake Fuller a los mandos, paró el reloj en 11’48”, y parece que con ello se paró también el tiempo para el coche, pues desde entonces permanece estacionado en un punto de carga rápida de la marca en Colorado Springs.

¿Es posible que este gladiador del asfalto haya quedado abandonado tras su victoria?