Probamos el Mini Countryman eléctrico: ¿Por qué hay que comprarlo en lugar del BMW iX1?

Antes de entrar en materia... ¿por qué Mini ha dejado de lado el Countryman híbrido enchufable y ha apostado ya por una versión eléctrica en su lugar? Desde la marca han justificado esta decisión al asegurar que los datos que manejaban les han hecho deducir que el cliente tipo de estos vehículos no hace apenas viajes largos a lo largo del año y que sus recorridos urbanos no superan los 20 o 30 kilómetros de media al día. Es decir, los posibles inconvenientes que puede tener un coche eléctrico no son tales para sus potenciales compradores. Además, desde el Grupo BMW reconocen que la hibridación enchufable es simplemente una tecnología de transición.

Dicho esto, parece claro que BMW y Mini no han visto clara la viabilidad de mantener una versión híbrida enchufable de sus Countryman y X1 con una autonomía eléctrica que por exigencias del mercado debería haber rondado los 100 kilómetros. Y al compartir plataforma ambos modelos desde esta generación han ido de la mano a la hora de apostar por una variante eléctrica. O dos, más bien, porque en ambos casos se puede elegir entre un motor de 204 caballos o dos que, juntos, aportan 313, siempre con una batería de 64,7 kilovatios hora de capacidad neta. Eso traducido a autonomía, son 462 y 432 kilómetros respectivamente para el Countryman –de consumos no hablamos porque los kilómetros recorridos nos impiden emitir un juicio de valor correcto–.

La versión que hemos conducido brevemente durante la presentación nacional del Countryman eléctrico es la más potente. La conclusión es la misma que cuando nos subimos al iX1. Sí, sus 313 caballos permiten alegrías –incluso en los modos de conducción más deportivos el primer golpe de gas puede llegar a ser demasiado brusco–, pero con la variante básica es más que suficiente. Además tenemos un poco más de autonomía que puede resultar interesante. Por norma general el que compra un vehículo de casi cuatro metros y medio –4,45 concretamente–, también lo hace pensando en viajar en un momento dado. Habrá quién diga que 30 kilómetros de autonomía de diferencia, como hay aproximadamente entre las dos versiones a la venta, no es un argumento de peso, pero mejor tenerlos que no si el cometido real de este coche es de tintes familiares.

Respecto a la dinámica del SUV, si nos hubiesen tapado los ojos antes de conducir el Countryman eléctrico y posteriormente hubiésemos hecho lo propio con el iX1 nos hubiese costado diferenciar ambos modelos. Buena estabilidad, una suspensión más firme que blanda sin que ello afecte a un confort sobresaliente, buena insonorización y un tacto de freno muy conseguido, algo que siempre es de elogiar en un eléctrico.

LA VIDA A BORDO DEL MINI COUNTRYMAN

El crecimiento que ha protagonizado esta nueva generación del Mini Countryman –algo más de 15 centímetros– deriva en un considerable aumento del espacio interior. En la parte delantera es sobresaliente, mientras que en la trasera dos adultos pueden viajar de forma totalmente cómoda con una tercera plaza algo más justa –lo normal en el segmento–.

¿Entonces es todo igual que el BMW iX1? Sí... y no. Es en el puesto de conducción donde más diferencias hay. Mini ha apostado por un habitáculo más minimalista, sin cuadro de mandos como tal –hay un head-up display que se muestra sobre un cristal y no sobre la luna– y con una pantalla redonda –funciona perfectamente y su visibilidad no admite queja– desde la que manejar prácticamente todo. Tan sólo hay botones físicos debajo de la misma para controlar el sentido de la marcha, los modos de conducción y el arranque. En resumen, ¿eres de los que valora una imagen limpia, retro y con una personalidad como pocas hay en la industria? Te gustará más el Mini. ¿Eres de los que prefiere algo más estándar y cómodo de manejar? Preferirás el BMW.

Otro punto que distingue a ambos vehículos es el maletero, ya que el Mini anuncia una capacidad de 460 litros, que son 30 menos que los que ofrece el iX1.

LOS PRECIOS DEL MINI COUNTRYMAN ELÉCTRICO

Si has llegado hasta aquí habrás deducido que tanto el Mini Countryman como el BMW iX1 son dos buenos SUV eléctricos, pero que los pequeños detalles nos harían preferir probablamente el segundo. Eso sí, estos puntos extra del BMW tienen un precio, ya que empieza a venderse desde 49.100 euros en el caso de la versión de 204 caballos y desde 56.600 en el de la de 313. Por su parte, el Countryman parte desde 45.000 euros si nos referimos a la variante de menor potencia y desde 51.000 si se trata de la más capaz. ¿Cuánto cuestan esos pequeños detalles de los que hemos hablado? Valorarlo ya es cosa de cada uno...