Leapmotor C10: ¿es este nuevo SUV eléctrico chino una alternativa real?

Leapmotor ya está aquí. De la mano de Stellantis concretamente. Su desembarco se produce con dos modelos a la vez, el T03, un urbano eléctrico rival del Dacia Spring, y el C10, un SUV del segmento D con una interesante terna de rivales. Lo tiene complicado, no hay que negarlo, porque estos adversarios son de altura, y hablamos de un coche que ronda los 35.000 euros, precio competitivo para la zona del mercado en la que se mueve pero de todos modos elevado.

El Leapmotor C10 se va hasta los 4,74 metros de largo, 1,99 metros de ancho y 1,68 metros de alto. Son cotas parecidas a las del Tesla Model Y, por ejemplo. Su diseño, de hecho, recuerda al de éste no por sus formas, sino por una clara tendencia al minimalismo que resulta atractiva. Las ópticas son finas tanto delante como detrás, y en esta última parte quedan unidas por una tira de led. También llaman la atención las llantas, curiosamente por su normalidad. Son unas de toda la vida, nada de 'engendros' carenados como los que se estilan ahora en busca de la mayor homologación posible en términos de autonomía.

GRAN ESPACIO EN EL INTERIOR... CON PECULIARIDADES CHINAS

Uno de los grandes puntos fuertes que tiene el Leapmotor C10 es el espacio que ofrece en el interior, especialmente en la zona trasera. Recuerda en esta parte al Skoda Superb, y eso son palabras mayores. Delante destaca la total ausencia de botones. Prácticamente todo se controla desde la pantalla central, de 14,6 pulgadas. Hasta el portón del maletero debe abrirse desde un submenú al que llegar cuesta más de la cuenta. Son estos detalles los que delatan su procedencia. Por lo demás la pantalla funciona de forma decente, sin más, pero como sucedía en el T03 sin integración de Apple CarPlay ni Android Auto. Por su parte, detrás del volante aparece un cuadro de mandos de 10,25 pulgadas al que también le otorgamos la calificación de 'suficiente'.

Los asientos son cómodos y mullidos, espuma biológica mediante, pero están tapizados en un cuero sintético cuyo tacto es extraño. Aunque siendo sinceros, no es algo que vayamos a tocar con la mano muchas veces. Todo ello se acompaña de un sistema de iluminación ambiental que tiene funciones curiosas como la de adaptarse a la música que suene en cada momento. Y hablando de iluminación, la del propio habitáculo es notable, ya que cuenta con un techo panorámico no practicable de 2,1 metros cuadrados. Por cierto, en la parte delantera, justo cuando acaba el cristal, aparecen unos controles que normalmente no están situados ahí. Las luces de emergencia y... ¡el mando que controla la posición de los retrovisores!

El gran espacio interior del habitáculo no alcanza tales cotas en el maletero, que tiene una capacidad de 435 litros. El Mustang Mach-E, otra alternativa de similar tamaño, supera por poco los 500. Eso sí, el C10 aporta un hueco de carga bajo el capó de 32 litros.

Como curiosidad, hay que apuntar que el C10 no tiene llave de arranque. La maniobra se hace a través del teléfono móvil y una aplicación o bien llevando una tarjeta encima que parece más una de crédito que otra cosa.

COMPORTAMIENTO PECULIAR Y CON UNA AUTONOMÍA QUE NO SOBRA

El C10 tiene un motor de 218 caballos cuyo rendimiento es suficiente... siempre y cuando se utilicen los modos Standard o Sport, ya que con el Eco se queda un poco corto de potencia en determinadas situaciones. En todo caso este último es más que apto para los recorridos urbanos, donde estas demandas de poderío no se dan. Además, se trata de un eléctrico de entrega progresiva, que nadie espere un tirón al acelerar que sorprenda, algo lógico si se tiene en cuenta que este SUV tiene una clara orientación familiar.

Respecto al consumo energético no podemos hacer una valoración precisa porque la prueba que realizamos durante la presentación del modelo fue muy corta. Nos limitamos por tanto a reflejar el homologado, que es de 19,8 kilovatios hora a los 100 kilómetros. Por su parte, la batería de 69,9 kilovatios hora permite una autonomía de 420 kilómetros, una cifra algo justa para el uso que en teoría se le va a dar al coche. Además, por corriente continua tan sólo carga a 83 kilovatios, con lo que en condiciones ideales es capaz, según la marca, de recuperar 210 kilómetros de rango en media hora. Por corriente alterna carga a un máximo de 6,6 kilovatios, de nuevo una potencia escasa para su segmento.

Respecto al comportamiento dinámico del coche hay que apuntar que ingenieros de Stellantis han retocado ciertos elementos para que la puesta a punto del C10 sea más europea, algo que no impide que tenga unas características... digamos peculiares. Por ejemplo, la dirección, tras un inicio de giro normal, pasa a virar más de lo habitual. El coche tiene la intención de cerrar la curva antes de lo debido, algo que el peso del coche, poco más de 2.000 kilos, no permite del todo. El resultado es un tacto excesivamente artificial al que cuesta unos kilómetros acostumbrarse.

También es peculiar la suspensión, más firme que confortable pero con unos muelles que oscilan más de la cuenta buscando compensar lo segundo. No obstante, lo más mejorable es, sin duda, el tacto del freno. La primera parte del recorrido del pedal apenas tiene efecto ya que es el sistema de regeneración de energía el que actúa, pero una vez que se pasa esta 'zona muerta' las pastillas muerden los discos con más fuerza de la esperada. Es complicado ser preciso en las maniobras de deceleración. Además, los últimos metros de una frenada suave en ciudad también requieren pisar bastante el freno porque el coche parece irse siempre largo. Requiere tiempo al volante aprender a manejar estas características.

UN BUEN PRECIO, PERO TAMPOCO ROMPEDOR

El Leapmotor C10 tiene un precio de lanzamiento de 34.970 euros para el más básico de sus acabados y de 36.400 euros para el más completo. El mencionado Tesla Model Y básico cuesta casi 41.000 euros, pero tiene 299 caballos y una autonomía de 455 kilómetros, más las ventajas a la hora de recargar. Otra buena comparación es la del Toyota bZ4X, ligeramente más pequeño pero a la venta con 35.000 euros con 204 caballos y 513 kilómetros de autonomía. Otros rivales pueden serle BYD Seal U o el Opel Grandland, ambos más caros pero más completos.

¿Hay una ventaja en el precio a la hora de comprar el Leapmotor C10? Sí, salvo en el caso del Toyota. ¿Merece la pena ahorrarse esos euros a estos niveles? Cuando el desembolso es tal quizá merece la pena hacer un esfuerzo y comprar un producto más adaptado a los estándares europeos.