Vergüenza en la IndyCar virtual: Pagenaud choca a propósito con Norris en Indianápolis

Antes de empezar a leer esta pieza, les invito a todos a leer la crónica de la carrera de ayer antes de entender y digerir todo lo que presento de ahora en adelante en el artículo.

El cuartel de policía de Indianápolis entonó el himno estadounidense a capela, los bomberos de Nueva York con sus mascarillas puestas gritaron el ya famoso: "Drivers, start your engines!", los comentaristas analizaron las posibles estrategias después de días de preparación para la carrera, muchos pilotos trabajando codo con codo con sus ingenieros, los equipos poniendo un empeño brutal como si de un fin de semana de carreras normal y corriente se tratase... En fin, unos entrantes exquisitos para unas 175 Millas de Indianápolis –recordemos que la carrera fue a 70 vueltas– que prometían mucho después de cinco rondas virtuales estupendas.

Pero esta vez, en la cita más importante de todas varios pilotos han estropeado el trabajo de otros muchos colegas y han manchado la imagen de la categoría en la que compiten. Especialmente, la suya personal. Uno de ellos es ya un habitual de estas situaciones, un tal Santino Ferrucci que para colmo terminó en el podio. El otro, un piloto de un gran talento, normalmente serio y centrado, pero que esta vez se ha pasado de la raya: Simon Pagenaud, ganador de las 500 Millas de Indianápolis en 2019.

La prueba fue genial y divertida, es cierto, pero llegaron las últimas 10 vueltas y empezó a desatarse un caos que tuvo su punto álgido en las curvas finales. Hubo unos cuantos accidentes a lo largo de la prueba, diría que entendibles la mayoría. 

Aún así, antes del 'show' final, hubo otras maniobras también dignas de mención por su poca deportividad. Por ejemplo, el incidente entre Sage Karam y Alex Palou en plena recta de meta en la vuelta 6. El estadounidense estranguló al barcelonés y éste tocó el muro y daño su alerón delantero. Luego, con poca velocidad en curva por la pérdida de carga aerodinámica, otros dos coches le comieron sin levantar el pie del acelerador. 

Vayamos ahora a la vuelta 60, a falta de 10 para el final. Lando Norris con gomas frescas se tira al interior de Graham Rahal que se encuentra en paralelo con Simon Pagenaud. El británico tiene más ritmo y encuentra un hueco. Rahal le deja espacio y manda al muro a Pagenaud que se encontraba en la trazada exterior. El francés se enfada y regresa a boxes para arreglar su monoplaza y llegar a la bandera a cuadros.

Lo bueno de estas carreras es que podemos oír a los pilotos si estos realizan un 'streaming' simultáneo al de la realización oficial de la IndyCar. Y estas fueron las palabras de Pagenaud al entrar a boxes para cambiar su alerón y montar gomas frescas: "Vamos a sacar a Lando, ¡vamos a por ello!". Y en efecto, así lo hizo. El francés admitió que no quería que un piloto de Fórmula 1 ganase la carrera en el óvalo de Indianápolis bajo ningún concepto.

Risas de su ingeniero de carrera Ben Brentzman al escucharle. "¿Dónde está Lando?", dijo Pagenaud. Brentzman le informa que está detrás de él a seis segundos. Poco después a tres segundos, ralentiza su ritmo. Su 'spotter' le anima diciendo que la acción anterior de Lando no es viable en la pista real. Lando, que ha reaccionado en directo a este vídeo más tarde, ha dicho: "Ya, pero estoy permitido a hacerlo".

Pagenaud levanta el acelerador justo cuando tiene a Lando detrás y éste último se ríe a carcajadas cuando lo ve repetid y dice: "¡Es un gran mentiroso!". Pagenaud justo después del accidente dice: "Lo siento, no quería chocar. Iba a entrar justo a boxes". Más risas irónicas de Norris: "Es impresionante, incluso su 'spotter' se ríe. Menudo perdedor". Vergonzoso lo que ha tenido que aguantar el piloto de McLaren que aceptó correr en el campeonato de la IndyCar a petición popular y antes de la carrera reconoció: "Es  la carrera de simracing para la que más me he preparado en mi vida".

Después de la misma, con la voz rota, comentó a sus fans que había estado un día entero delante de la pantalla dando vueltas en un oval perfeccionando el sutil giro hacia la izquierda de las cuatro curvas del circuito. Todo tirado a la basura por culpa de Pagenaud. Como bien indicó Lando, parece que a algunos no les ha sentado muy bien que un piloto de Fórmula 1 les coma la tostada a las primeras de cambio en su terreno. El británico llamó a Max Verstappen para que diera su opinión de lo sucedido: "Es lo más tonto que he visto en mi vida".

Y si esto parece horroroso, llegó la maniobra final de Santino Ferrucci sobre Oliver Askew en plena línea de meta. Ferrucci, conocido por sus deleznables acciones fueras de lugar dentro de la pista, ha demostrado que puede ser incluso peor en el mundo virtual. Justo cuando Askew se iba a llevar el triunfo, Santino se puso en paralelo con él y deliberadamente mueve el volante para impactar con su monoplaza. Consecuencia: Askew sin victoria y fuera del podio y Ferrucci, en el Top 3.

El estadounidense intentó disculparse en la entrevista postcarrera pero no tenía argumentos válidos. Según él, quería pegarse a Askew para... nada. No sabía para qué quería pegarse al piloto de McLaren porque simplemente no había un motivo para hacerlo. Eso sí, su mayor excusa es que es un videojuego y no debe tomarse tan en serio. O eso opina él. 

"Ha sido una carrera muy divertida. Hemos tenido que ahorrar mucha gasolina. No sé por qué pero choqué con él. Quería pegarme a él y no me esperaba eso para nada. Ha sido mi culpa y lo siento por Oliver. Era su carrera. Al final del día, esto es un videojuego y no es algo que haces en la vida real. Pero bueno, son carreras igualadas".

De hecho, incluso antes de estas palabras delante de cámaras, Ferrucci reconoció indirectamente que su acción había sido deliberada segundos después del accidente: "¡Es la última vuelta! Es para los aficionados, por el entretenimiento".

Will Power, uno de los pilotos que estuvo en plena lucha por la victoria al principio de la carrera, ha reconocido irónicamente que todos los participantes "se han dicho palabras muy bonitas en el chat". Se ha divertido con el campeonato, pero cree que las maniobras que se vieron ayer tras la pantalla pueden tener repercusiones en futuros duelos en las pistas reales. 

Y tras seis rondas de campeonato virtual de IndyCar, lamentablemente este es el desenlace. Después de carreras serias, competidas y emocionantes en Watkins Glen, Alabama, Michigan, Motegi y Austin... Indianápolis ha reflejado lo reacio que es parte del mundo de la competición a día de hoy al simracing y cómo esta reducida parte consigue destruir todo el trabajo y esfuerzo puesto por el resto para que todo salga bien.

Una verdadera lástima después de horas y horas de directos incluso retransmitidos por  televisión en el canal estadounidense NBC Sports. Pagenaud y Ferrucci han vuelto a poner por los suelos la imagen del deporte de motor. Un deporte que a día de hoy se encuentra en horas bajas y en números rojos. Son estas iniciativas de las categorías y la unión de todos los pilotos las que hacen que las ruedas sigan girando fuera del asfalto. Tras un espectáculo como el de ayer, está claro que menos categorías se arriesgarán a organizar este tipo de eventos tan currados para que dos o tres pilotos de su parrilla manchen su nombre.