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Head-up display: presente y futuro de la ayuda al conductor

03/10/2021 09:50

El automóvil evoluciona a pasos agigantados en todos los niveles. El Head-up display es una de las tecnologías que cada vez son implantadas con más asiduidad en los puestos de conducción. Hoy descubriremos cuales fueron sus orígenes y los tipos principales que podemos encontrar en los vehículos actualmente a la venta.

 

Es la seguridad, tal vez, el aspecto del automóvil más sometido a revisión y evaluación rigurosa de cuantos lo componen. Cada año pueden surgir nuevas tecnologías y vanguardias que implementar en los modelos del futuro y, aunque la idea del Head-up display —abreviado HUD— no es novedosa que digamos, sí es en este momento cuando más cabida en el mercado comienza a disfrutar.

Su cometido principal no es otro que el de evitar, en la medida de los posible, que el conductor aparte la mirada de la carretera, incrementando enteros la seguridad al volatne. Ésto lo consigue al reflejar los datos más relevantes durante la conducción superpuestos en el parabrisas, como la velocidad de crucero, los kilómetros recorridos o la autonomía restante, por nombrar algunos ejemplos.

Actualmente lo podemos encontrar en una amplia gama de modelos, aunque siempre en términos de equipamiento de gran carga tecnológica. Las últimas innovaciones en el campo del HUD han incoporado la lectura de señales de tráfico o la proyección de las flechas de dirección del sistema de navegación —tal y como hace la última generación del Mercedes Clase S—.

¿Y cuál es su origen? Si nos remontamos a la primera y más primitiva idea del HUD, la debemos encontrar, como suele ser ya habitual, en la industria aeroespacial. Concretamente, se comenzó a trabajar en ellos durante la Segunda Guerra Mundial, y en los años 60 ya era común en el sector militar. El primer uso civil de este sistema no se dio hasta 1993.

HMD en un modelo BMW

Para su aplicación en la industria automotriz hubo de esperar hasta 1988, momento en que la versión Indianapolis del Oldsmobile Cutlass Supreme limitada a 50 unidades comenzó a ofrecerlo de serie. Los siguientes hitos se dieron en 1998, momento en que el Corvette C5 ofreció el primero a color y en 2004, cuando BMW comenzó a popularizar la innovación en Europa con el BMW Serie 5.

En cuanto a los tipos existentes, pueden diferenciarse dos variantes. La primera es aquella que refleja la información directamente sobre la luneta delantera. Permite unos grafismos más visibles para el ojo humano y capaces de ofrecer más datos al conductor. El inconveniente, como suele ser en estos casos, es el precio, que siempre supera los 1.000 euros en caso de ofrecerse en opción.

El segundo de ellos proyecta la información sobre una pantalla de metacrilato en lugar de hacerlo directamente en el parabrisas. Este HMD —Head Medium Display— ofrece menos información que en el caso anterior, como la velocidad o ciertas indicaciones del navegador, por su parte, es mucho más barato, como demuestran sus precios máximos de 400 euros.

La gran mayoría utilizan una serie de luces LED y chips TFT para procesar y proyectar la información, aunque los sistemas más avanzados ya hacen uso del láser o directamente la holografía para crear imágenes en tres dimensiones.

El futuro para esta tecnología pasa por la aplicación de la Realidad Aumentada a todos los sistemas HUD. Ello, por ejemplo, permitiría crear flechas móviles para las indicaciones del navegador que se superpondrían sobre la calzada como ya hace el mencionado Mercedes Clase S, o señalaría la presencia de peatones, ciclistas u objetos extraños en momentos y lugares peligrosos y que puedan ser ajenos al ojo del conductor.

Además, siempre quedarían monitorizados los ojos del conductor para una óptima proyección de la información, e incluso contaría con mitigación de los baches y vibraciones para ofrecer la mejor lectura posible. La fecha que se baraja para la llegada al mercado de este mejorado sistema es 2024 según el fabricante Panasonic.