eAxle: un vistazo a la propulsión de los futuros vehículos de Rallycross

En el desarrollo y la investigación de cualquier elemento es fundamental que el diseño final sea lo más sencillo y simplificado posible, una máxima que se puede extender a cualquier sector fuera del automotriz. En la carrera de la electrificación este hecho no va a ser menos, por ello, a la hora de propulsar a los coches eléctricos, mucho más pesados debido sobretodo a la masa extra de las baterías, el ahorro de espacio, peso y ante todo dinero es algo tan importante como la propia eficiencia de funcionamiento.

No es la primera vez que hablamos de algo parecido. En este artículo expusimos los esfuerzos de una empresa para la creación de un motor eléctrico universal que fuese aplicable también para vehículos antiguos. Bosch es otra gran marca que, aparte de haber colaborado en la creación de los sistemas de inyección en los motores de combustión, se ha lanzado también a la carrera de la electrificación.

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Su propuesta puede montarse tanto en posición delantera o trasera, para vehículos tanto híbridos como enteramente eléctricos. Es capaz de  gestionar potencias que van desde los 50 hasta los 300 Kilowatios –entre 67 y 400 caballos–, lo que los hace tan aptos para un urbano como para un deportivo de altos vuelos. Para reducir al máximo el peso se ha optimizado del sistema de refrigeración y se trabaja con voltajes bajos a fin de disminuir el tamaño del cableado. Para un motor de 150 Kilowatios, el peso se sitúa en torno a los 90 kilos. 

La firma ya lo puso a prueba en carreteras públicas con un prototipo funcional, unos cuantos meses atrás. ¿Y qué ocurre en el mundo de la competición? Para ello debemos hablar de una empresa llamada X-Trac, proveedora de sistemas de transmisión para eléctricos e híbridos de altas prestaciones, tanto de carretera como de competición. Para ponerlos en contexto, son los suministradores oficiales de la Indycar desde el año 2000, también tienen un programa en la Fórmula E y han sido los escogidos para desarrollar el sistema de transmisión de los futuros coches eléctricos de Rallycross, que tomarán la pista en 2021.

La empresa trabaja codo con codo junto a la firma austriaca Kreisel, quien ha sido la seleccionada por la FIA para el desarrollo del sistema de propulsión eléctrico –baterías y motor–. El trabajo conjunto ha dado como fruto el eAxle P1316, un dispositivo tan eficaz como el de Bosch pero con un peso mucho más contenido.

Adrian Moore, CEO de X-Trac, afirma que ''nuestra capacidad para desarrollar un sistema de transmisión para eléctricos de competición demuestra nuestro compromiso en las tecnologías de transmisión de potencia. Desarrollamos esta tecnología para hacer de la competición un deporte todavía más emocionante, lo que también influye de manera crucial en las generaciones venideras de los coches de calle”.

El P1316 es capaz de soportar potencias de hasta 335 caballos a 15.000 revoluciones por minuto que, en el caso de los coches eléctricos del Mundial de Rallycross, será montado tanto en el eje delantero como en el trasero, lo que con seguridad nos otorgará máquinas con potencias superiores a los 600 caballos. Como se ha mencionado, de la potencia se encarga Kreisel con el desarrollo de las baterías, el inversor y el propio motor eléctrico.

La transmisión de toda esa potencia al asfalto será con una relación de transmisión nada desdeñable de 7.90:1, a través de un diferencial de deslizamiento limitado con embrague multidisco y precarga ajustable en opción. Para asegurar su correcto funcionamiento, incorpora una pequeña bomba de aceite excéntrica y un cárter semiseco. En conjunto, el dispositivo pesa una media de 21 kilos gracias al uso de una aleación ligera patentada de altísima resistencia.

Desde la firma aseguran que, a pesar de haberse diseñado expresamente para el Campeonato del Mundo de Rallycross, está tecnología será perfectamente viable para otro formato de competiciones, como las carreras de turismos por ejemplo.