Probamos el Alfa Romeo Junior híbrido: desde 29.000 euros y con etiqueta eco

Peugeot 2008, Jeep Avenger, Fiat 600... son bastantes los B-SUV de Stellantis que parten de la misma plataforma. El Alfa Romeo Junior es uno de los últimos en sumarse a este grupo. ¿Es el otro coche 'idéntico' con distinta carcasa o puede percibirse el aroma de la firma italiana? Esa es la gran duda que nos asaltaba a todos los que pudimos probarlo por primera vez durante la presentación de su versión híbrida –o Ibrida, como se llama oficialmente–. Y sí, podemos decir que se siente diferente, pero también que hay detalles que le delatan. Lo que es imposible negar es que es un coche que llama la atención, además del primer segmento B de la marca desde el Mito.

LA VERSIÓN HÍBRIDA ES LA QUE SE VA A VENDER MÁS

El Junior, tras su polémico cambio de nombre –inicialmente recordemos que se iba a llamar Milano–, se presentó como eléctrico. De hecho, su versión más deportiva, con 280 caballos, también es de baterías. Pero la variante más popular será la híbrida. Pero no es un híbrido como los de Toyota, por ejemplo, sino un sistema de 48 voltios que es capaz de mover por sí sólo el coche en momentos muy puntuales. Es decir, un extra teórico respecto a un microhíbrido pero a un paso de los híbridos autorrecargables tal y como los conocemos. ¿En la práctica? Un etiqueta eco que no requiere enchufarse.

Este sistema se une a un motor de 1.2 litros y tres cilindros para aportar 136 caballos y un par máximo de 230 Newton metro. Sí, es la mecánica que ha reemplazado al famoso PureTech. Es decir, en este apartado el Junior ofrece lo mismo que cualquier otro modelo del grupo que lo equipe. Se trata de un conjunto que aporta principalmente suavidad de funcionamiento y un rendimiento adecuado para el día a día, sea cual sea la situación que se presente. Su carácter cambia en función del modo de conducción elegido, siendo el deportivo –denominado 'D', de Dynamic, mientras que los otros son 'N', por Natural y 'A', de Advanced Efficiency– el que más se deja notar... para bien si lo que buscamos es un extra de dinamismo. De hecho, el cambio de modo de conducción varía tanto la respuesta del motor como la del cambio, que permite subir más de revoluciones. Cambio que es automático de doble embrague con seis velocidades y que se siente igualmente suave.

Otro punto de interés en esta versión del Alfa Romeo Junior es el consumo, ya que homologa 4,8-4,9 litros a los 100 kilómetros, una cifra a la que uno se puede acercar si se lo propone... y si en la ruta hay zonas urbanas, que es donde más puede dejar su sello la parte eléctrica. En nuestro caso completamos un viaje de ida y vuelta entre Madrid y Soria a un ritmo normal y el gasto registrado fue de unos 7 litros a los 100.

UN COMPORTAMIENTO DIFERENCIADO RESPECTO A SUS 'PRIMOS'

Los Alfa Romeo siempre han presumido de tener un comportamiento pasional, con lo que dudar hasta qué punto eso se iba a dar en un coche que parte de una plataforma común es lógico, ¿no? Pues bien, al sorpresa al conducir el Junior ha sido grata en este sentido. Tanto la dirección como la suspensión llevan una puesta a punto propia que se deja notar. El volante genera más resistencia al movimiento que, por ejemplo, en un Peugeot 2008, algo que personalmente me gusta porque me da más sensación de precisión. Subjetividad pura.

Respecto a la suspensión, se siente firme, más que en sus 'familiares', aunque quizá un punto de más si se tiene en cuenta el espíritu del coche. Hubiese sido aceptable esta característica, que afecta negativamente al confort, si su desempeño en curva nos hiciese olvidar que conducimos un SUV. Pequeño, pero un SUV, en definitiva. En apoyo se aguanta bien, muy bien, pero si elevamos el ritmo notaremos que tiende a irse levemente hacia fuera. En su conjunto, no confundamos con subviraje, porque el equilibrio está muy bien conseguido. En todo caso no es un ritmo al que prácticamente nadie vaya a someter al Junior de forma continuada. Para lo que está hecho el coche cumple, pero como decimos hubiese estado mejor un pisada más confortable.

UN DISEÑO PURAMENTE ALFA ROMEO SALVO POR ALGUNOS DETALLES

Es innegable que, estéticamente, el Junior es muy llamativo. Puro ADN italiano. Y, además, con polémica, porque en función del equipamiento, que pueden ser el básico o el denominado Speciale –más deportivo–, la parrilla luce de una forma u otra. Con el primero en la parte central aparecen las palabras Alfa Romeo y tiene un aire más clásico. Con el segundo se incluye en esta misma zona una reinterpretación moderna del anagrama de la marca. No logramos ponernos de acuerdo entre todos los periodistas que fuimos a la presentación... con un servidor decantándose por la segunda opción.

Por lo demás, se trata de uno de esos coches que cambia mucho en función del color de la carrocería que se elija. El rojo que veis en las fotografías le da mucha fuerza al conjunto, mientras que otros más apagados como el de nuestra unidad le hacen ganar seriedad. En total hay seis –cada uno tiene el nombre de un barrio de Milán, detalle que al contrario que el nombre original no han tenido que cambiar– más la opción de pintar el techo negro.

El interior respira igualmente aroma transalpino con detalles como la parte superior del cuadro de mandos y esa peculiar forma de prismático, el volante o los asientos. Lástima que algunos botones físicos sean clavados a los del resto de coches del grupo, pero no es nada que no suceda en otras marcas que sigan la misma estrategia. Mejorable como tal sólo es la posición de la pantalla central, demasiado baja, con lo que agrava más si cabe las posibles distracciones por mirarla porque se quita totalmente la vista de la carretera.

El espacio disponible es el esperado en la parte delantera y justo en la trasera para las personas de mayor altura. Un servidor mide 1,74 metros y con los asientos delanteros situados en su posición normal contaba con espacio suficiente pero sin florituras. Más opciones da el maletero, que llega a ofrecer 400 litros gracias a un piso que se puede situar fácilmente en tres alturas diferentes. Si se necesita menos hueco de carga, se pone a ras de la boca de carga para que sea más fácil meter la misma, y si por el contrario hay más demanda de espacio, se baja para que sea algo más profundo.

ESTÁ A LA VENTA DESDE 29.000 EUROS

El Alfa Romeo Junior híbrido es, lógicamente, el más accesible desde el punto de vista económico. Su acabado básico cuesta 29.000 euros, mientras que el Speciale parte desde 31.000. Son cifras bastante similares a las del Peugeot 2008, por ejemplo, pero no se puede dejar de reconocer que para muchos el italiano será un modelo con más encanto.