"¿Un nuevo Hamilton? Es imposible", dice Lewis

"Sólo hay niños ricos que llegan. No hay niños que hayan salido de una familia trabajadora. Incluso el karting no es lo que era cuando yo empecé. Ahora hay padres que gastan millones para intentar que su hijo llegue y no lo consiguen. Es una ruina financiera", dice Lewis.

Algunos veteranos recuerdan que Nigel Mansell hipotecó su casa y se empleó como limpiador de oficinas mientras su mujer trabajaba también para poder correr en F3. Hoy, ese ejemplo es impensable... En primer lugar porque debes llegar a la F3 o similar cuando aún no estás en edad laboral... así que es papá quien paga... hasta descubrir que cada escalón que se sube cuesta más dinero y que cuando llamas a la puerta de la F1 y crees llegada la hora de comenzar a recibir un retorno... tienes que pagar casi tanto como lo que llevas invertido.

Lewis recuerda que a él le protegió Ron Dennis, lo que fue casi un milagro, y le ayudó a subir. Pero que ha llovido bastante desde entonces. Las aguas están altas y cada vez resulta más complicado vadear la corriente que separa la iniciación de la puerta de la F1... y el agua acaba arrastrando a muchos y anegando ilusiones y en muchas ocasiones finanzas familiares.

Ahora ya no es así. El automovilismo es cruel y el dinero ayuda a quemar etapas. Disponer de mejor material, de mejores ingenieros o mecánicos resulta imprescindible. Con la escalada tecnológica la grieta se ha ido abriendo y cada pequeña requiere cada vez mayor coste. Si antes subir escalones con pocos medios era difícil, complicado, improbable, ahora se ha tornado en milagro casi imposible.

Algunos padres no dudan en pagar o invertir lo que hace falta. No compran un asiento, sinó el mejor asiento. Y si hace falta, el mejor equipo de la categoría... e incluso pagan a alguna promesa, a la que le dan la oportunidad de seguir compitiendo, para que ayude 'al niño' a conseguir resultados: desde 'tapar' a rivales a colaborar en la puesta a punto, mostrarles la trazada o aspirarles en calificación. Y pueden hacer test continuos; si en teoría estos están prohibidos en una categoría, nada impide rodar con otro coche similar aunque no idéntico en cualquier circuito.

Esto último, lo del test sin fin, lo hizo Jos Verstappen con su hijo Max; sólo así se puede explicar que llegara directamente del karting a la F3 ganando y saltara directo a la F1.

La leyenda dice que Lance Stroll compró Prema para que su hijo ganara y obtuviera la superlicencia. Hoy el equipo está de alguna forma en manos del magnate indonesio Ricardo Gelael, que intenta repetir la operación con su hijo Sean. Si no estás en la 'pirámide' de formación de un equipo, creas tu propia pirámide.

Es cierto, el dinero sólo no basta. Se requiere talento, voluntad y trabajo. Esto pasa asimismo en otros deportes, sobre todo los individuales. Tener mejor entrenador, un dietista y un psicólogo, poder disponer de dinero para ir a disputar torneos y pruebas, siempre permite disfrutar de mayores oportunidades, pero el sacrificio económico es abordable para una base mucho más amplia.

Hamilton dice que este es un problema "debido a la forma en que se rige el deporte" y que le gustaría hacer algo para ayudar "pero no se trata de dar dinero, sino de trazar primero un plan de trabajo. Hay que hablar con la FIA y Jean Todt sobre el tema y lo haré".

Si quieres leer más noticias como ésta visita nuestro Flipboard