¿Te imaginas la Fórmula 1 de 2035? ¡Piensa en el Scalextric!

17/06/2022 12:09

Las recientes medidas aprobadas por la Comisión Europea con vistas a 2035 –prohibición total de venta de coches térmicos nuevos, incluso si pensaban usar e-fuels– representa un gran desafío para la Fórmula 1 y el mundo de la competición de motor en general.

Hoy por hoy, pensar en una F1 eléctrica, con coches de 1.000 caballos de potencia y Grandes Premios de 300 kilómetros manteniendo los promedios actuales no parece una opción de recibo. El volumen y peso de las baterías, aunque triplicaran su capacidad actual, parece incompatible con las exigencias de la F1.

Hace poco más de un mes dijimos que la competición –F1 o eléctrica– "será eléctrica o no será", frase tomada prestada del que fuera director del equipo Audi de Le Mans Wolfgang Ullrich.

Mercedes ya ha adelantado que seguirá apoyando la F1 aunque no sea completamente eléctrica en el futuro, pero esta declaración de intenciones a diez-12 años vista parece un tanto arriesgada.

Mientras pensaba en la F1 eléctrica, me preguntaba cómo iban a conseguirse unas baterías ligeras de altísima capacidad de almacenamiento y cayó en mis manos un comunicado del Grupo Stellantis sobre el circuito 'Arena del Futuro'. No es un circuito de competición, sino de pruebas. Construido expresamente para probar la tecnología DWPT –Dynamic Wireless Power Transfer–, que se puede traducir por "Sistema Dinámico de Recarga Eléctrica".

El sistema permite al nuevo Fiat 500 eléctrico desplazarse a velocidad normal por autopista sin consumir la energía de las baterías. Simplemente la toma del propio asfalto por un sistema sin cable. Es decir, recarga por inducción, algo que están probando otros fabricantes, aunque hasta la fecha era para puntos de recarga estáticos. Autonomía infinita mientras se circule por este tipo de asfalto.

El DWPT consiste en un sistema de bobinas situadas debajo del asfalto que transfieran la energía directamente a coches, camiones y autobuses sin necesidad de que se detengan en estaciones de carga para recargar la batería.

Dicha tecnología se puede adaptar a todos los vehículos equipados con un 'receptor' especial que transfiere la energía entrante desde la infraestructura de la carretera directamente al motor eléctrico, aumentando la autonomía, a la vez que conserva la carga de la batería intacta. Digamos que las bobinas están alimentadas por corriente continua.

¡Como el Scalextric!, pero sin escobillas ni vías-guía.

Posiblemente la inversión necesaria para convertir las autopistas o las principales vías urbanas a esta tecnología sea de una magnitud increíble, pero... si ya hay viajes turísticos al espacio, ¿por qué no?

Pero para las dos docenas de circuitos que albergan la Fórmula 1 quizás sea la panacea. Coches eléctricos, sí, pero ligeros, sin grandes baterías.

¿Será posible? ¿O quedará como sueño fantástico de una noche calurosa de verano?