Sergio Pérez, dimitir o ser dimitido

Todo parece conducir a que Abu Dabi será el último gran premio del mexicano. La frase de Christian Horner diciendo que “es bastante mayorcito para tomar una decisión”, deja poco lugar a las dudas.

Lo que parece claro es que la continuidad de Sergio en Red Bull ya no se discute. En el paddock se asegura que Pérez no ha aceptado el ser embajador de Red Bull y pasar a ser una figura poco más o menos que decorativa. Él quiere correr, se siente, o cree sentirse, con fuerzas para seguir al volante…  si hay alguno libre.

La diferencia entre dimitir y ser dimitido es clara. Dimites si crees que ha pasado tu hora. Eres dimitido si los que mandan creen que ha pasado tu hora.

Lo primero es una decisión propia y normalmente se produce pese a que el desempeño de las responsabilidades haya sido satisfactoria, entre otros motivos con los que no te sientes a gusto, cómodo, o has perdido confianza en el futuro. 

Lo segundo se produce segundos antes de que te entreguen la carta de despido para evitar firmarla. Antes de que se decrete el cese en las funciones porque los resultados han quedado muy lejos de las expectativas.

En juego pueden estar muchas cosas, desde el prurito personal al cobro de un presumiblemente cuantioso finiquito, si el contrato no lo contraindica, de las aportaciones que el equipo pueda dejar de recibir si te marchas… de si hay una puerta abierta y lo digo pensando en que Audi todavía tiene un asiento libre.

Obviamente la separación será ‘oficialmente’ de común acuerdo. Pero no cabe duda de que no será así, Uno pensará que el equipo ha jugado sólo en factor del otro piloto. Y la otra parte que alguien ha perdido su magia. 

En este sentido, las palabras de Pérez de que si deja la F1 tendría más tiempo para la familia son elocuentes. Si de verdad piensa así, es que siente que la retirada está a la vuelta de la esquina. Lo único que Pérez no quiere retirarse así ni mucho menos que lo retiren.

En el paddock de la F1 se tiene claro que Pérez debe debatirse entre ambas posiciones… pero en ningún caso esperará el cese, comunicado unilateral del equipo anunciando su sustituto o que simplemente no seguirán con él.

Posiblemente Sergio tiene aún mucho recorrido. Su problema está en la cabeza. Por lo dicho por él y por su padre, nunca ha asimilado que era el segundo piloto del equipo, que Max era Max y estaba por delante. Cuando se produce una negación de la evidencia se llega a esta dinámica depresiva que acaba atenazando.

En otras temporadas la cosa quizás no hubiera sido tan grave. Pero en una temporada en la que el Red Bull no ha tenido el dominio habitual, de las tres anteriores temporadas, se nota y mucho. Max ha sabido capear el temporal y Sergio se ha visto arrastrado por las olas.

No se si con un sustituto Red Bull lo hará mejor. Pero Marko, Horner y compañía tiene claro que no irá peor y hay que pensar en el futuro.