Schumacher, Vettel y Alonso: los tres mosqueteros de Ferrari

Y ello me ha llevado a efectuar una reflexión. Cinco temporadas son las que tardó Michael Schumacher en lograr su primer título con los rojos, que quizás hubieran sido cuatro de no mediar su accidente en Gran Bretaña.

Cinco temporadas las que Fernando Alonso estuvo en Maranello persiguiendo sin éxito la que hubiera sido su tercera corona, la primera de Ferrari desde que Kimi Räikkönen logró la suya en 2007… y esa espina del título de 2010 perdido en la última carrera en un error estratégico del equipo, además de que en 2012 también rozó la corona.

Cinco años los que Vettel lleva en Ferrari y parece que, como Fernando, llega a un final de ciclo con los rojos… aunque Mattia Binotto asegura que Ferrari mantendrá sus dos pilotos actuales el próximo año y eso podría darle una nueva oportunidad, con permiso de Mercedes.

Curioso, la estancia de Alonso en Ferrari coincidió con los años de oro de Vettel en Red Bull… pero cuando éste pasó a Ferrari, se ha encontrado con el mejor momento de unos Mercedes casi imbatibles.

Curioso: los tres hombres llegaron a Ferrari prácticamente con la misma edad. Michael, con 27 cumplidos en 1996. Vettel, poco más de 27 y medio. Y Fernando apenas mayor, 28 cumplidos.

Más que comparar la carrera de los tres, su palmares a los 32 años, condicionado por el paso por diferentes equipos no siempre suficientemente competitivos, una estadística que favorece a Vettel, que rápidamente encontró a un Red Bull ganador, me interesa comparar su trayectoria en Ferrari.

Los cinco años de cada uno en la Scuderia, por más que Schumacher se perdiera varias carreras en 1999 cuando se rompió una pierna en Silverstone, en un momento –su cuarta temporada con el Cavallino– y que Vettel aún está a mitad de su quinta temporada.

Es difícil, sin embargo, efectuar una comparación directa y real. Por ejemplo, en la época de Michael como piloto Ferrari el calendario tenía 16 carreras, excepto su tercera temporada, que tuvo 17, y por si fuera poco las victorias sólo valían diez puntos en lugar de los 25 que podían sumar Sebastian Vettel o Fernando Alonso; de ahí el tremendo deficit de puntos entre el Káiser y los demás. Pero también hay que tener en cuenta que cuando Alonso corrió en Ferrari, las temporadas fueron de 19 Grandes Premios, excepto la tercera, que tuvo 20; Vettel ha gozado de tres temporadas de 21 Grandes Premios, una de 20 y otra de 19; es decir cuatro carreras más que Fernando. Hay que tenerlo en cuenta en el momento de atender ciertas comparaciones.

Si no tenemos en cuenta estas singularidades, las estadísticas pueden llevarnos a juicios erróneos. Las cifras son frías y no entienden de circunstancias, pero éstas influyen mucho en los hechos. Y también hay que tener en cuenta que en 1999 Michael faltó en seis Grandes Premios por lesión, mientras en el caso de Vettel hay que tener en cuenta que faltan aún 12 Grandes Premios para concluir el año.

Las situaciones también han sido muy distintas. Schumacher llegó en un momento de restructuración profunda y total de Ferrari. Lo hizo de la mano de Jean Todt, pero sobre todo imponiendo sus dos técnicos de confianza, Ross Brawn y Rory Byrne, los que forjaron sus dos títulos en Benetton. Fue lo que, años después, el propio Todt calificó como "la Ferrari inglesa". Por el contrario, tanto Vettel como Alonso han estado en un periodo convulso en Ferrari, de mando italiano y cambios de organigrama casi constantes, ambiente que parece indicar peleas internas, divergencias entre los hombres que ocupan las posiciones destacadas de la Scuderia, antes las cuales no se ha dado un golpe de timón definitivo.

Quizás lo que marca la diferencia está en el ascenso de los tres personajes. Aunque la irrupción de Schumacher en la Fórmula 1 fue explosiva, su carrera hasta llegar allí fue de lenta y de larga cocción, mucho más que la de Fernando, que con sólo dos años de experiencia estaba ya al volante del Minardi de Fórmula 1 y fue en 2002, cuando Flavio Briatore le hizo hacer unos hoy en día imposibles 40.000 kilómetros de test, sin correr, cuando realmente se formó; pero Alonso comenzó de verdad en Fórmula 1 con su representante como jefe y Vettel tuvo una ascensión algo más lenta, tutelada por Red Bull, que le pudo dar muy pronto el mejor coche de la categoría. Quizás ello explica también algunas diferencias, como también hay muchas diferencias en el carácter de los tres pilotos. Pero ésta es otra historia.

* Tras nueve de los 21 Grandes Premios. Si aplicásemos reglas de tres, acabaría la temporada con al menos 287 puntos.

** Schumacher estuvo ausente seis carreras por fractura de pierna.

*** Schumacher fue oficialmente excluido del Campeonato por el accidente con Villeneuve en Jerez.

Schumacher tiene menos puntos porque en esas cinco temporadas la victoria sumaba sólo diez puntos y sólo sumaban puntos los seis primeros.