Renault debería apostar con decisión por 2021

Tal como están las cosas y desde el punto de vista estrictamente deportivo, lo segundo parece lo más lógico, mal que les pese a Daniel Ricciardo y Esteban Ocon. Permitiría preparar mucho mejor 2021, el cambio de reglas, que exige una cuantiosa inversión financiera y en recursos de personal y tiempo. Una inversión que los equipos grandes puede permitirse sin sacrificar el próximo año, mientras que los pequeños deberán decidirse por lo uno o por lo otro.

Alain Prost ya dijo claramente, cuando tomo la presidencia no ejecutiva del equipo de Fórmula 1, que "2020 volverá a ser un año complicado". "Todo nuestro proyecto se construyó pensando en 2021 porque es la primera gran oportunidad de reducir de forma drástica la diferencia con la cabeza" y ya en septiembre dijo que 2021 era su prioridad.

Es cierto, aún no se han comprometido para 2021, pero el fichaje de Ocon y, sobre todo, de Pat Fry indican que habrá continuidad.

Si Renault fuera un equipo independiente, la facilidad de elegir uno u otro rol posiblemente no levantaría dudas. Si llegas con retraso a 2021, lo arrastrarás hasta 2025. Las carencias del coche de 2019 han sido evidentes y exigen un trabajo duro y muchos cambios en el coche.

Tomar una dirección nueva para un solo año parece complicado y poco eficaz, sobre todo teniendo en cuenta la salida de Nick Chester y el anuncio implícito de una restructuración del equipo. Dicho de otra forma, el comienzo de un proyecto nuevo y tener que trabajar en dos proyectos diferentes con el presupuesto limitado de Renault –al menos respecto a los grandes– parece el camino más rápido a un doble fiasco… Salvo que cuentes con las arcas de Ferrari, Red Bull o Mercedes.

Pero Renault es un equipo de marca y no puede permitirse un nuevo año sabático, no sin comunicarlo de forma eficaz. No si Abiteboul sigue en sus trece de anunciar unas perspectivas tan optimistas como hasta ahora que, evidentemente, no se han cumplido; esta temporada ha sido mucho más decepcionante que el año pasado y mantener a la vez un perfil de cierta modestia para 2021, por si los pasos adelante no son tan espectaculares como se precisa. De hecho, el objetivo no es tanto luchar por victorias y títulos ya, sino ir cerrando la brecha. En Fórmula 1 montar un equipo capaz de ganar lleva tres años; campeón, al menos cinco.

Y todo ello en un contexto donde la prioridad de Renault parece otra: la de recomponer su cúpula directiva y volver a tender puentes con Nissan. Una cúpula que debe estar acostumbrada a aprobar proyectos… y cancelarlos aunque estén en marcha.