Rebautizar un motor, como hará Red Bull, no es algo extraño en la F1

La firma austríaca busca ahora un patrocinador que 'bautice' el motor, pero en modo alguno podrá ser una marca de automóviles, por obvias razones.

Para Red Bull no es una situación nueva. De 2016 a 2018, el motor Renault que equipaban los coches ideados por Adrian Newey se denominó TAG-Heuer. Fue una decisión tomada tras las grandes desavenencias entre Renault y Red Bull por las continuas críticas y descalificaciones que el equipo hizo por la 'poca competitividad' del propulsor francés. Y, curiosamente, usando el propulsor Renault y también el Honda, han exhibido publicidad de Aston Martin, lo que parece incongruente.

Y en las dos últimas temporadas hemos tenido el caso de Racing Point, cuyo motor Mercedes se llamaba oficialmente BWT-Mercedes. Pero esto ya había sucedido en los inicios de la Fórmula 1. Eugenio Castellotti, piloto de Ferrari, realizó su propio motor, el Castellotti, que no era otro que el propulsor Ferrari 106.

Para Honda, lo de ceder su material no es algo nuevo. En 2009 hizo una operación parecida, cediendo en el equipo a Ross Brawn a cambio de ahorrarse el costo de cierre del equipo, pero no así el motor, por lo que Brawn recurrió al motor Mercedes para alcanzar el título. Pero antes, en 1992, ya traspasó el un motor, el RA101 E a Mugen para crear el Mugen-Honda, que uso Footwork en 1992 y 1993, y Lotus en el 1994, con alguna evolución, mientras Honda trabajaba con McLaren.

El rebautizar un motor no es algo que pueda considerarse inusual en la Fórmula 1. Ferrari, por ejemplo, ha aceptado que sus motores usaran otro nombre en varias ocasiones. Se llamaron ACER, cuando fueron usados por Prost, en honor a la empresa de Taiwán que se hacía cargo de las facturas. Sauber ha utilizado el motor italiano con el nombre de Petronas e incluso tuvo a Osumo Goto, ex gurú de motores de los invencibles Honda de los títulos con Lotus, McLaren o Williams, a su servicio. Y antes usó un motor Illmor 2175A, en 1993.

Precisamente el primer motor usado por Mercedes con su nombre fue el Illmor 2175B, pero en este caso, la empresa fue comprada por la marca de la estrella para convertirla en la actual Mercedes HPE, usado precisamente por Sauber.

El equipo Arrows fue uno de los que más ha utilizado este sistema. En 1988 y 1989, el equipo de Tom Walkinshaw compró Hart para que trabajase sobre la base del motor Yamaha, que se había revelado decepcionante. Yamaha de John Judd. Los japoneses no quisieron apoyar la iniciativa y se retiraron. Walkinshaw, que había hecho ganar los Volvo en el Británico de Turismos  –los Volvo Station Wagon, además– buscó que la marca sueca les patrocinara, pero fue en vano, así que el motor se llamó Arrows. Motor decepcionante, especialmente el segundo año en el que su único punto lo logró Pedro de la Rosa en su debut.

Arrows es precisamente el equipo que ha utilizado más motores 'rebautizados', una solución casi desesperada por la falta de finanzas suficientes. A su motor le siguió el propulsor Asiatech, que usó en 2001 y 2020, realizado sobre la base del decepcionante motor Peugeot. Pero ya antes había usado este subterfugio, cuando en 1997 y 1998 usó el motor Megatron, que no era otro que el motor BMW Turbo preparado por Mader, después de que la firma germana abandonara la F1.

Y esta el caso de Renault. Cuando la marca decidió retirarse de escena de forma total, Flavio Briatore le convenció para que le cediera los derechos del motor, el RS9, que comercializó primero como Metachrome–1998– y después como Supertec –1999 y 2000– y fue usado por Williams, BAR y, cómo no, Arrows.

También está el caso de Minardi que se aferró al veterano V10 Ford Zetec, realizado por Cosworth para llamarlo Fondmetal –la empresa de Gabriele Rumi, que acaba de comprar Minardi– en 1999, con Marc Gené al volante, y European cuando el equipo cayó en manos de Paul Stoddart en 2001, siendo Fernando Alonso su piloto.

Cara al futuro, Red Bull sueña con un motor propio. Es la vía que Red Bull quiere seguir en 2025, si las reglas técnicas de nuevo motor lo permiten, sólo que sería Red Bull Powertrains lo realizaría. En este caso, podría tener nombre de un gran fabricante, que financiaría la operación, como sucedió con Ford y Cosworth, así que tampoco es una novedad. Y este fue el camino elegido por Cosworth para entrar en Fórmula 1; en realidad fue Colin Chapman quien convenció a Ford para que financiara, a coste ridículo, el que sería el motor más famoso del automovilismo, ganador en F1, Le Mans e Indy con la misma base adaptada a cada una de estas categorías.

En su día Dan Gurney se hizo construir un motor V12 por Harry Weslake, el Weslake V12 un motor que fue un desastre la mayor parte de las veces, pero que le permitió ganar en Spa; todo ello en el lejano 1966.

Mansour Ojjeh, copropietario de McLaren sabe muy bien lo que es de desarrollar, producir y gestionar el motor. Fue su empresa TAG quien financió TAG-Porsche –la firma germana lo realizó– que hizo campeones a McLaren, Niki Lauda y Alain Prost, en 1983 y 1984.  El caso es un poco distinto porque una gran marca, Porsche, se benefició del nombre del motor sin tener que afrontar los costes (o buena parte de ellos) de desarrollarlo.

Y caso curioso el de Alfa Romeo. No lo decimos porque en el preparador italiano Conrero, que uso en 1961 el motor del Alfa Romeo Giulia para realizar un efímero propulsor de Honda, sino porque el equipo Osella usó en 1988 el motor Alfa Romeo 980 Turbo, pero con el nombre de Osella. Y ahora, Alfa Romeo ha rebautizado con su nombre al equipo Sauber, pero usa motor Ferrari.