¿Por qué Carlos Sainz está en las quinielas de Ferrari?

22/04/2020 14:19

Carlos Sainz, junto a Daniel Ricciardo y Antonio Giovinazzi, forma parte del trío de candidatos a ocupar el asiento de Vettel… y claro, también se avanza el nombre de Fernando Alonso, que gustaría de un retorno dorado y bajo palio a la Fórmula 1.

Las situaciones de cada uno de los candidatos son muy distintas. Para Ricciardo y Giovinazzi, la posibilidad es única. Serán sin duda los que más intentarán empujar la puerta de entrada.

El italiano porque para un transalpino llegar a ser piloto de Ferrari es lo más. Es cierto que, por el momento, no parece estar a la altura de sus rivales para este asiento, pero en contrapartida puede ofrecer algo importante: el ser fiel escudero, ser un segundo, como lo fueron Felipe Massa o Rubens Barrichello, sin poner en cuestión de forma permanente la posición de líder de Charles Leclerc.

Para Ricciardo es quizás la última oportunidad. Cuando salió de Red Bull para ir a Renault –en el lugar de Sainz– lo hizo con el convencimiento que el equipo austríaco lo apostaba todo a un solo caballo ganador, Max Verstappen. Ya entonces se habló de él y Ferrari, pero era más un sueño que una opción real. El australiano vio en Renault las ventajas de un equipo de fábrica y aunque todavía a primeros de este año decía que había firmando por el Rombo para quedarse, la situación actual del equipo no es la que había esperado ni las cosas parecen claras en vistas al futuro.

De los tres, sólo uno, Sainz, puede estar tranquilo, a verlas venir. Los planes de futuro de McLaren pasan por él y por el salto al motor Mercedes que, seguramente, les añadirá un extra de competitividad. Un equipo en el que ha conquistado el liderazgo por méritos propios, con constancia y trabajo.

Sainz ha sido la revelación de la temporada 2019. Ha liderado la escalada de McLaren a lo más alto de la zona media y la ha rematado con un podio. Es cierto que Daniel Ricciardo tiene grandes apoyos en la pugna del asiento, como el del exjefe de Cosworth Mark Gallagher, pero lo cierto es que Carlos asoma internacionalmente y a raíz de los rumores que le relacionan con Ferrari, se habla de él mucho y bien.

Por ejemplo, esto escribe hoy el periodista británico Lewis Larkam en el portal web Crash.net:

"Aunque está contento y asentado en McLaren y ya habla con ellos de renovación, el valor en aumento de Sainz atrae la atención de los mejores equipos. Está en su sexta temporada en F1 con 25 años y ya ha acumulado una gran experiencia y tiene el tiempo de su parte. Sería una opción más que sólida para acompañar a Leclerc", destaca el medio británico.

"La posibilidad de un asiento en el equipo más famoso y exitoso de la F1 y de luchar por campeonatos más pronto que tarde sería una oferta demasiado tentadora para que Sainz la rechazara si Ferrari finalmente le llama", añade.

Por otro lado, Martin Brundle, que de pilotos sabe, ve a Sainz como óptima eleccción de Ferrari porque tiene mentalidad de campeón.

También le destaca el periodista británico de la Fórmula 1 Will Buxton. "Si Vettel y Ferrari no llegan a un acuerdo, pienso desde hace tiempo que Carlos sería no sólo un piloto sensacional para la Scuderia, sino también el complemento ideal para Leclerc", comparte Buxton en Twitter.

Si Carlos tuviese el nivel mediático de Verstappen, Leclerc o Lando Norris, incluso de Ricciardo, posiblemente los aficionados elevarían mucho más su cotización. Pero en el ambiente de la F1, en el centro del paddock, se tienen en cuenta y se conocen muchos otros detalles que son los que hacen que Carlos figure en las quinielas.

Uno de estos detalles ha trascendido estos últimos días. Sainz aprovecha este largo confinamiento para recibir clases de ingeniería, largas conferencias con su ingeniero para conocer detalles del funcionamiento de un coche, de la elección de soluciones, las bases. Es algo que no me extraña. Precisamente esto, su interés por la ingeniería fue lo que marcó la diferencia en la carrera de su padre en el Mundial de Rallies, hasta el punto que hubo un antes y un después de él.

Es cierto que ésa es también una de las cualidades que se atribuyen a Fernando Alonso, pero el asturiano las forjó y cultivó a lo largo de 40.000 kilómetros de test en 2002, cuando fue probador de Renault, y hoy, sin pruebas, los conocimientos deben adquirirse de otra manera.

Pero no es sólo eso. Sainz ha sabido jugar sus cartas hasta el momento. Supo 'forzar' el desvincularse de Red Bull para pasar a Renault y cuando los franceses, pese a los elogios al madrileño, apostaron por Ricciardo, supo preparar las maletas destino a McLaren para asumir el difícil rol de sustituir a Fernando Alonso.

Aunque recientemente Helmut Marko dijo que decidieron desprenderse de Sainz porque no veían posibilidad de crecimiento, ésta es una de las tácticas habituales de justificación de austriaco a través del desprecio.

Me quedo con lo que dijo en su momento Franz Tost y que apoyaron tanto Marko como Horner. "Si miras la telemetría, no hay casi diferencias entre Max y Carlos", pero el primero era más mediático y exuberante, con una trayectoria espectacular que cautivó a la afición. También su descaro y su instinto de liderazgo, que Sainz ha trabajado con los años hasta brillar como quizá siempre mereció. La posibilidad de crecer de Carlos pasaba por ir al primer equipo, pero Marko sabía que entre Max y Sainz no habría nunca 'feeling' y no quería que la 'niña de sus ojos' corriera riesgos.

Carlos ya ha dicho que es un halago estar en las listas de Ferrari, pero que se centra en McLaren. Aunque Roberto Merhi le ha dicho que si hay la opción de Ferrari, la coja; Carlos no quiere que los rumores le descentren de su objetivo de mejorar, hagan disminuir su rendimiento o creen un clima favorable a Lando Norris en el equipo. Los halagos suelen ser un arma de doble filo que han acabado con la ascensión de más de un piloto.

Llegado el momento –y es Vettel quien, por ahora, tiene la sartén por el mango–, Sainz tendrá que valorar la situación siempre complicada de la Scuderia, su relación con Leclerc y las expectativas que le ofrece McLaren, con el posible retraso de la llegada del motor Mercedes. Y todo ello en un ambiente de futuro de la F1 que está por ver, porque si el coronavirus no se supera con una cierta rapidez y claridad, el panorama que quedará será imprevisible.

Son muchos en el paddock quienes, tras 2019, han colocado a Carlos en la lista de futuribles campeones. Estar en la lista no supone llegar a ello, pero implica ser un hombre al que todos tienen en cuenta.

Eso sí. Carlos no deshojará la margarita. Pensará de forma fría la situación, evaluará pros y contras –los inmediatos y los presumibles a medio plazo– y elegirá el pétalo que crea más adecuado. Y luego, se implicará a fondo en su trabajo, en la mejora personal, del coche y del equipo… sin pensar en el 'Si hubiera sabido…' o en el 'Si tuviera…'. Buscará mejorar lo que tiene y sacarle el mejor partido, porque en la Fórmula 1 no es labor de un solo hombre, sino de todo un equipo.