Monza 1971: 50 años de la victoria más apretada de la historia

Recuerdo de forma especial la victoria de Peter Gethin en 1971… ¡hace 50 años! La llegada más apretada de la historia. No sólo porque entre el ganador y el segundo clasificado sólo hubo una centésima de segundo, sino porque entre ganador y quinto clasificado, sólo hubo ¡¡¡¡ocho centésimas!!!.... prácticamente una llegada en línea, al más puro estilo de una final olímpica de los 100 metros listos.

Peter Gethin, Ronnie Peterson, François Cevert, Mike Hailwood y Howden Ganley fueron los protagonistas. No estoy seguro de si Televisión Española dio la carrera completa o fue un resumen, pero el final fue de los que no pueden verse sentado en el sillón.

Como muestra, un botón: una carrera con ocho líderes diferentes en una época en la que no había paradas en boxes. Tampoco había DRS, pero la aerodinámica estaba en mantillas, tanto que varios pilotos, entre ellos Gethin y Peterson renunciaron a montar uno los bigotes del BRM y otro el ala 'pez martillo' del March en aras de ganar velocidad punta.

No sólo eso: Gethin ganó tras salir desde el 11º puesto. Nadie ha ganado nunca en Monza partiendo desde una posición tan retrasada en la parrilla. La que se acerca más ocurrió el año pasado, cuando Pierre Gasly salió desde la décima. No sólo eso, tres de los cinco hombres que entraron en línea, ocupando todo el ancho de la pista, consiguieron aquí su único resultado de la temporada… bueno Hailwood puntuó en dos ocasiones ese año, pero para Gethin y Ganley fueron los únicos puntos de la temporada.

Fue un Gran Premio extraño… ¡y único!, incluso desde antes del comienzo. Enzo Ferrari amenazó con no alinear sus coches… ¡en Monza! El GP anterior, Austria, fue un fiasco y 'Il Commendatore' lo achacaba a los neumáticos Firestone y decía que no valía la pena correr.

Jacky Ickx no quería saber nada del Ferrari 312B2 y elige el B1 del año pasado: Clay Regazzoni sigue con el B2, pero con un motor 'capado' en busca de fiabilidad. Ickx parece que tiene razón porque logra el segundo puesto de parrilla, mientras que Clay arranca desde la octava plaza; la Pole fue para Chris Amon y su Matra, que no corrió en Austria y que aquí estrenaba motor.

Y lo mismo pasa en McLaren; la temporada es tan negra para ellos que Denny Hulme prefiere ir a corre una prueba del USAC –lo que hoy conocemos como Indycar– en lugar de acudir a Monza. Es más, McLaren había despedido a Gethin tras el GP de Alemania.

La carrera fue en paquete. Nada menos que ocho pilotos ocuparon el liederato –Regazzoni, Cevert, Stewart, Peterson, Hailwood, Siffert, Amon y Gethin–… Y hubo 26 cambios de líder entre ellos, a golpe de rebufo, en una carrera a 52 vueltas. ¡Igualico que ahora!

La salida fue de las más espectaculares que se recuerdan, en parte porque el director de carrera bajó la bandera –lo del semáforo no estaba ni imaginado– antes de que todos estuvieran detenidos en sus puestos de salida. Amon, sorprendido, cayó a la octava posición; Siffert se colocó líder delante de Regazzoni… pero éste adelantó a su compatriota para situarse primero ante el entusiasmo de los 'tifosi'.

Tras diez vueltas, 12 pilotos en sólo cuatro segundos. En la vuelta 20 con Stewart, Ickx y Regazzoni ya fuera, Peterson, Cevert y Hailwood están en siete centésimas y tienen casi cinco segundos de ventaja sobre sus perseguidores. En la vuelta 30, las cosas se han cerrado: con cinco pilotos en un segundo –Siffert, Peterson, Cevert, Hailwood, Amon y Ganley– pero Gethin está a casi diez segundos de la cabeza.

Poco a poco, Amon va asomando la cabeza y llega a colocarse líder en la vuelta 38 y parecía que podía escapar y volar sólo hacia la victoria: pero la mala suerte se cebó una vez más sobre el neozelandés. Su visera estaba manchada de aceite y en la vuelta 47, al intentar limpiarla… ¡la arrancó! Debió proseguir sin ella y a 250 kilómetros/hora no era fácil con el aire golpeándote en los ojos… no pudo seguir el ritmo y acabó en sexta posición, pero a más de medio minuto.

Y de repente apareció Gethin. Se unió al grupo y comenzó a luchar. A cuatro vueltas del final superó a Peterson, pero éste le adelantó en Lesmo y los dos en paralelo superaron a Hailwood por el exterior y Peter tomó el mando. En la siguiente vuelta Peterson adelantó a Gethin en Biassono, pero Peter recuperó el liderato en la Parabolica en un audaz exterior y Cevert se colocó tercero delante de Peterson.

A falta de dos vueltas, Gethin, Peterson y Cevert comienzan la recta en paralelo. Al final de recta Peterson pasa a Cevert, que pone dos ruedas en la hierba pero se las arregla para salir líder de Biassono por delante del sueco, de Peterson, Hailwood y Ganley. En la recta opuesta Peterson pasa a Cevert y Hailwood casi también lo consigue.

Al comenzar la última vuelta Cevert pasa a Peterson a la aspiración y Gethin a Hailwood. En la recta opuesta Cevert se deja superar por Peterson; con el juego de las aspiración, quien entra primero en la Parabolica da la aspiración al rival y le superan antes de meta… pero Gethin les sorprende y supera a ambos por el interior, al aprovechar que Peterson toma una trayectoria excesivamente exterior.

La leyenda dice que Gethin tenía un 'truco secreto', una cuarta algo más corta de lo habitual para acelerar mejor en la Parabolica. Cevert explicó otra cosa: Gethin frenó –entonces se frenaba antes de la Parabolica– muy tarde, bloqueó ruedas y vio el humo del bloqueo en su retrovisor; el BRM parecía 'en perdición' –como dicen los franceses– y no pudo cerrase delante de él porque se lo hubiera llevado por delante.

Peter entró en primera posición en la meta, una centésima de segundo delante de Peterson, nueve centésimas delante de Cevert, 18 centésimas delante de Hailwood y 61 centésimas delante de Ganley.