Los enfados de los campeones

Me acordé de una carrera de motos del Campeonato de España en la que Ángel Nieto se quejó del por entonces todavía emergente Sito Pons de una maniobra. "Hay que respetar", le dijo Ángel. Y Sito, sin cortarse, le espetó: "Mi respeto está en un póster en mi habitación. En pista todos somos iguales y queremos ganar".

De un tiempo a esta parte, con esas reglas en teoría claras pero en la práctica un tenso subjetivas, las protestas por la radio se multiplican.

"Me ha cerrado". "No me ha dejado espacio". "Debería devolverme la posición". Éstas son algunas de las frases –con estas palabras o similares– que se escuchan en boca de los pilotos… que no van dirigidas a su ingeniero, obviamente, sino para que sean escuchadas por dirección de carrera –para ver si sacan partido– o de cara a los aficionados.

Me recuerdan a lo que sucede en el fútbol, el delantero pidiendo falta y el defensa negándolo o diciendo que ha tocado balón. "Señorita, mire lo que me ha hecho fulanito". "Yo no he sido, señorita".

Así que me quedo con la respuesta de Russell a Max: "No me voy a contener porque sea campeón del mundo".

No difiere mucho lo que dijo Russell sobre Max a lo que dijo Sito a Ángel.

A fuerza de intentar regular la situación, los comisarios acaban complicándolas. La gente quiere espectáculo y eso lo dan las luchas, los intentos de ganar posiciones, las defensas de la posición, lleguen a consumarse o no. Pero que se vea que hay intención y posibilidades en la maniobra.

Es cierto, las maniobras exageradas, violentas, temerarias, deben sancionarse. Pero hay que tener la mente mucho más abierta y permisiva, como en IndyCar. Si los árbitros son protagonistas –lo que está pasando a menudo–, algo falla.

Con los coches actuales y las reglas puestas en papel, esto es cada vez más complicado. Hay que recurrir a medios artificiales, como el DRS, para pimentar el espectáculo. Un poco como sucede a aquellos restaurantes que enmascaran la falta de sabor o frescor del producto base recurriendo a especias, salsas… y una bonita presentación.