La Fórmula 1, antes muerta que sencilla (I)

15/04/2019 09:18

Sólo los tres primeros equipos –Mercedes, Ferrari y Red Bull– han conseguido completar la distancia de este Gran Premio de China. Los demás, doblados, no han podido seguir el ritmo. Es algo que ya se intuyó en Australia. Y parece que ésta será la tónica de casi todos los Grandes Premios si un coche de seguridad no lo impide.

Martin Brundle lo ha expresado claramente: "Cualquiera de los seis primeros coches puede comenzar la carrera desde boxes y acabar entre los seis primeros". Es algo que, además, está más que demostrado estos últimos años.

Es cierto que en la historia de la Fórmula 1 siempre ha habido equipos dominadores. Cada temporada son dos, máximo tres, los equipos con aspiraciones reales… salvo alguna excepción puntual, pero se tiene la impresión de que la brecha es aún más amplia que nunca.

Quizás en otros tiempos había un factor que enmascaraba esta sensación: la fiabilidad. Había muchas roturas que daban oportunidad a los más modestos. O bien, épocas en las que la igualdad de motor –el Cosworth era obligado para todos menos Ferrari– daba una cierta igualdad.

Dejémonos de tonterías, de discusiones bizantinas. La brecha no se cierra porque es IM-PO-SI-BLE de cerrar. Es imposible porque los medios de unos y otros no son los mismos. No es que haya diferencias, es que hay entre ellos brechas abismales.

Medios técnicos, financieros y de personal no tienen nada que ver. De ahí la exigencia de los más pequeños de un reparto equitativo de los fondos.

En esta tesitura, está claro que Haas, a través de sinergias con Ferrari hasta convertirse en su equipo B de facto, sea el camino más indicado para sobrevivir. Se ha dado cuenta Ferrari –o Fiat Chrysler Automobiles si lo prefieren– que lo está aprovechando para Alfa Romeo y así poder lograr buenos resultados. Y en Red Bull lo están aprovechando con Toro Rosso.

Es un camino que los otros temen que pueda recorrer Racing Point con Mercedes. De hecho, es lo que Lawrence Stroll quería para Williams y el motivo por el que compró Force India, tras la negativa de Frank y Claire, y renombró el equipo.

Precisamente el anuncio de que Racing Point usará a partir de ahora el túnel de Mercedes, en lugar del de Toyota en Colonia, ha levantado ampollas que las declaraciones de Toto Wolff, negando cualquier sinergia y explicando que se trata de un alquiler de la instalación para amortizar los tiempos muertos, no han calmado.

Poder ensayar soluciones en pista con el equipo B. Aprovechar quizás en beneficio propio horas de túnel de viento que el filial no podría consumir. Disponer del triple de datos a analizar. He aquí tres poderosas razones que de forma oficial, abierta o encubierta hacen interesantes los equipos B.

Hace unos días, en este blog, escribimos que MotoGP tenía un tema en el que fijarse: los equipos privados son customer teams. Algo de esto es lo que quiere hacer Liberty –el dar más dinero– pero la otra mitad no parece que sea del agrado de la FIA, que está dispuesta a restringir lo que un equipo puede usar de la escudería matriz, exigencia de Williams, McLaren y Renault.

¿Se acuerdan de aquella canción de una niña que causó furor hace unos años? "Antes Muerta que Sencilla". Éste parece que es el camino de la Fórmula 1, que prefiere el cortoplacismo que las soluciones de futuro.

Liberty lo sabe. La FIA lo sabe. Los equipos lo saben. Pero todos parecen más enzarzados en un 'juego de tronos' que en otra cosa. Buscan la solución fuera, externa –mayores ingresos– en lugar de poner en marcha soluciones internas. Es decir, atacan los síntomas de la enfermedad, pero sin curar ésta. En lugar de medicinas, emplean paliativos. Se recurre a homeopatías en lugar de aplicar soluciones quirúrgicas. Quizás cuando se den cuenta será ya demasiado tarde.

Entre tanto, me sigue gustando –y mucho– la Fórmula 1… O quizás es que estoy enganchado desde hace demasiado tiempo como para mirar hacia otro lado.