IndyCar y Nascar se citan este fin de semana en Indianápolis

Este fin de semana se da una circunstancia muy particular. Es la primera vez que sucede, pero posiblemente no será la última. Ambas categorías coinciden compartiendo escenario, que no pista. El sábado, los coches de Indycar se enfrentarán en el circuito rutero de Gran Premio, mientras que el domingo, la NASCAR disputará la Brickyard 400 en el óvalo de Indy.

Eso sí, mientras la Indycar celebrará una sesión libre y la clasificación el viernes, así como un 'warm-up' el sábado antes de la carrera. Y tendrá la Nascar Xfinity, la segunda división Nascar, como 'telonera'. La Cup, la primera categoría, se disputará el domingo, sin entrenamientos ni clasificación.

Está claro que la mano de 'El Capitán', 'Zorro Plateado' o 'El Ferrari de América' como se le conoce o ha conocido –lo de Ferrari de América está hoy en desuso– comienza a notarse en Indycar y en Indianápolis. 

Roger Penske no sólo tiene uno de los mejores equipos de Indycar y también de Nascar sino que también lo tiene en IMSA, mientras que desde este año es propietario de la Indycar y de Indianápolis. Todo ello sin que en Estados Unidos se hayan rasgado las vestiduras por un posible conflicto de intereses. Todo lo contrario, lo han visto como una oportunidad.

Y es que en Estados Unidos hay dos temas que priman en cualquier tipo de competición: contención de costes para que todos salgan ganando y el sistema sea sostenible, y espectáculo. Un enfoque muy distinto al habitual en Europa.