Ferrari, año de cara o cruz

El 1'18"634 del finés se quedó my cerca del récord absoluto de la actual configuración del circuito que, caprichos del destino, ostenta otro Ferrari, el de Felipe Massa, quien rodó en 1'18"339 en 2008.

Caprichos del destino y quién sabe si premoniciones, porque este 2017 marca el 10º aniversario del último título de Ferrari, conseguido 'in extremis' por el propio Kimi en 2007, en detrimento de Lewis Hamilton y Fernando Alonso –los dos pilotos de McLaren– 'víctimas’ de la tantas veces recordada batalla interna en el equipo británico. 

Un título que sería espectacular para Ferrari porque 2017 es un año emblemático para los rojos. En Maranello no han bautizado a su F1 de este año como SF70-H de forma caprichosa, sino porque en 2017 se cumplen 70 años del nacimiento del primer Ferrari. Y precisamente se cumplen ahora, justo al finalizar estos test. Fue el 12 de marzo de 1947 cuando el primer Ferrari 125 S vio la luz y el título sería la mejor conmemoración.

Fue realizado por un equipo de jóvenes y ambiciosos ingenieros, algunos, muchos de ellos, procedentes de Alfa Romeo. No es de extrañar. Desde hacía años la Scuderia Ferrari se dedicaba a gestionar los Alfa Romeo de competición, tanto los oficiales como los de muchos clientes. Quizá Ferrari como marca no hubiera nacido jamás de no ser por los enfrentamientos entre ‘Il Commendatore’ y el director técnico de Alfa Romeo, el ingeniero español Wifredo Ricart, quien en los 50 sería el padre de los Pegaso, el gran deportivo español.

Tan ambiciosos como los actuales hombres de Ferrari, que de tanto oír decir que los rojos no ganan "porque Ferrari ya no es inglesa, sino italiana" se han conjurado para reividincar el 'made in Italy'. Un Ferrari que, para la anécdota, exhibe ahora el Quadrifoglio Verde, el trébol de cuatro de cuatro hojas que era el signo distintivo de los Alfa Romeo de competición.

Para Sebastian Vettel, el título con Ferrari es una necesidad, para sacarse el sambenito que algunos le otorgan de conseguir cuatro coronas sólo porque era ‘chófer’ de Red Bull, e incluso de Kimi Räikkönen, para quien la corona sería algo muy especial: no por hacer una década de la primera, sino porque después fue ‘despedido’ de Ferrari –para dejar paso a Fernando Alonso– y después repescado contra todo pronóstico, siendo cuestionado porque sus altibajos en esta segunda etapa han sido notables.

Pero, ¿qué vale el SF70-H? Nadie está seguro de ello. Nadie puede saber si ha mostrado todo su potencial o lo han maquillado y todavía se guarda alguna cosa. Lewis Hamilton lo señala como su gran enemigo. Niki Lauda los teme. Pero está claro que en ese juego del disimulo los Mercedes son maestros y, para rebajar los ánimos del rival, Toto Wolff les lanzó un cubo virtual de agua helada: "Creo que tenemos medio segundo de margen con Ferrari". Se verá en Melbourne.

Entre tanto, los tifosi flipan, aunque quieran contener ilusiones y esperanzas hasta ver los primeros resultados. Recuerdan que el pasado año también cerraron los test catalanes con el mejor crono… y al final no consiguieron ninguna victoria. Incluso saben que en 2008, a ese crono récord de Massa –en test durante la temporada– le correspondió la derrota más amaga: Felipe y los suyos se creyeron campeones durante unos segundos tras atravesar ganadores la meta en aquel extraño GP de Brasil en el que Hamilton superó en la última curva al Toyota de Glock para hacerse con el título por la mínima. Un desenlace que aún no han perdonado a Timo Glock, si bien éste poco podía hacer con sus slicks en la lluvia –buscaba un golpe de póker– frente a los neumáticos de agua de sus rivales, y Hamilton le superó en las últimas curvas para acabar quinto y campeón real.

La suerte está echada. La moneda está en el aire ya y está por ver si saldrá cara o por contra de nuevo mostrará el reverso, cruz.