El motor Renault se ha ido y siento nostalgia como tú, Denis Chevrier

Siento que mi buen amigo Denis Chevrier, habrá derramado lágrimas. Sus gafas se habrán empañado, mitad nostalgia y duelo, mitad rabia. Algo que ayudó a crear, nos ha dejado me temo que para siempre jamás. También por Remy Taffin, que le sucedió, y que hoy está en Oreca como director técnico y donde trabaja en un motor térmico a hidrógeno.

Con ambos, Chevrier y Taffin, la prensa española tuvo muy buen rollo. Chevrier era afable, simpático, no escatimaba una respuesta… aunque algunas veces te decía que era ‘secreto de sumario’.

Dennis era el puntal de estos motores V10 en la época dorada de Fernando Alonso. Sabías que, tras cada victoria, hacía que los motores, ya en el box dispuestos a ser desmontados para ser enviados a fábrica para ser revisados. entonarán La Marsellesa y el himno español. Puro virtuosismo de sus expertos en programación.

¡Que esperase redacción la crónica! Eso no nos lo podíamos perder… aunque nos urgiesen desde nuestros medios una rápida crónica. Cualquier excusa valía para esos 10 o 15 minutos que nos tomaba ir hasta el box, escuchar el himno, intercambiar unas palabras y volver a la sala de prensa.

“Cuando llegué a Viry-Châtillon en 1985 para trabajar en los motores turbo V6 del equipo Tyrrell, sólo había ochenta personas. El equipo era bastante pequeño, lo que nos permitía a cada uno de nosotros tener múltiples actividades, a diferencia de lo que se ha convertido hoy en día la fábrica. Cuando me fui en 2009, contratamos gente en el departamento de competición más en función de su currículum que de su inversión personal en el automovilismo”, señaló Chevrier recientemente en Autohebdo.

Recordaba que cuando volvía “de los Grandes Premios disfruté contándoles las carreras a los empleados que permanecían en el taller. Para que ellos también puedan vivir esta experiencia, que el médico de cabecera es suyo. Esto les ayudó a dar el 100%, a veces trabajando de noche para responder a problemas de confiabilidad”, 

Su diagnóstico en el escrito que hizo para la revista francesa es claro:  “hoy, la F1 se ha convertido en un producto comercializado al estilo Netflix, con sus estrellas.

Y en el fondo, esta F1 se parece mucho más a la visión que siempre tuvo Flavio Briatore. Alpine permanece en la F1 porque, a nivel mundial, la marca lo considera beneficioso en términos de imagen y reputación. Es un anuncio enorme. Lamentablemente, es la parte más tecnológica, la más cercana al sector industrial de Renault, la que hoy paga el precio: el motor”.

He vuelto a desempolvar el video con la grabación del himno. Y sí, Dennis, hoy la pasión y el corazón no mandan. Otros factores les han pasado, lamentablemente, por delante. Los tiempos han cambiado… pero la competición automóvil nos sigue cautivando.

Dennis, puedes secarte esas lágrimas. Puedes mirar orgulloso atrás, repasar tu trayectoria. Distes a Renault mucho más de lo que ellos esperaban y podían soñar. Orgulloso de haberte conocido.