El formato de clasificación que se probará en Imola debería favorecer a los grandes

Ello implicará una diversa distribución de las gomas a disposición durante el fin de semana. Tres juegos de duros y medios y cuatro de los más blandos; diez juegos en total, tres menos que en la actualidad.

¿Variará mucho la parrilla?  No lo creo. Los pequeños no tendrán ese recurso de usar las gomas más blandas en la Q3 para forzar el paso a la Q2 sorprendiendo a alguno que haya querido —o necesitado — ahorrar los blandos y pasar con los medios.

En otras palabras, favorecerá a los grandes, salvo penalizaciones e imponderables. A igualdad de neumáticos, el coche prevalece, así que aquellos menos rápidos o los que tengan más problemas de poner las gomas en temperatura, tendrán serias dificultades para pasar a Q2.

Si que cambiará una cosa. Se acabó el probar en la Q2 una vuelta de clasificación con los blandos, para ver como van. No habrá más ‘precalentamiento’, sino que se irá directamente a la acción en la Q3. Y esto quizás puede ir en perjuicio de aquellos pilotos que tardan un poquito más en ‘sintonizar’ con el coche y las prestaciones. La confianza debe ser máxima ya en la vuelta de calentamiento.

Lo que variará de forma notable es la gestión de las gomas en los ensayos libres. Los grandes deberán guardar dos juegos blandos nuevos para la clasificación, incluso según la pista un tercero para la carrera.

El formato se probará más delante de nuevo en otro Gran Premio antes de tomar una decisión sobre un posible cambio cara a 2024.

Todo ello mientras aún se discute que hacer con la doble clasificación de Bakú, la de la carrera sprint y la del Gran Premio. Hay una cuestión de tiempo por medio. Se quería una clasificación de Q1, Q2 y Q3 de tiempo reducido, pero otros se decantan por clasificación a giro único. Veremos.