Domenicali-Todt-Brawn: grandes nombres de Ferrari forman el triunvirato que regirá la F1

Jean Todt, Ross Brawn y Stefano Domenicali, tres exFerrari, tres de los hombres que firmaron los mejores años de la Scuderia, los años de Michael Schumacher, serán los hombres que conducirán la F1 a partir del próximo año.

Stefano Domenicali, el recién incorporado al 'triunvirato', será el CEO de la F1 en sustitución de Chase Carey, que abandona su cargo, tal como estaba previsto, aunque seguirá manteniendo vínculos con la F1, posiblemente en papel de Presidente. 

Domenicali es conocido de la afición española. Fue él quien, junto a Luca di Montezemolo, hizo posible que Fernando Alonso recalase en Maranello, estuviera muy cerca de conseguir dos títulos y acabó defenestrado.

Jean Todt es desde 2010, cuando abandonó Ferrari, el presidente de la FIA y como tal ha pilotado buena parte de la transformación técnica de la F1, no en el sentido de escribir las reglas técnicas sino de definir las líneas estratégicas, como la hibridación.

Ross Brawn, después de que Ferrari desestimase su reincorporación para 2008, tras el año sabático que se tomó cuando 'Schumi' colgó el casco por vez primera, pasó a Honda, recogió el testigo dejado por los japoneses para montar equipo propio con el que logró los dos títulos, pilotos y constructores, en 2009, antes de venderlo a Mercedes y precisamente puso en marcha todas las bases del equipo de la estrella.

Para Domenicali es un retorno 'a los orígenes' a la F1, tras un largo tiempo de éxitos como CEO de Lamborghini, en el que ha pilotado una gran transición de la firma boloñesa. Pero hay que decir que nunca ha abandonado el mundo de los monoplazas, no en vano era presidente de la Comisión de Monoplaza de la FIA y a través de ella ha reordenado este mundo al menos para Europa: F4 para campeonatos nacionales, F3 y F2 como acompañamiento de la F1, aunque quedan todavía algunas categorías 'residuales' en Europa similares a la F3.

No creo que este nombramiento haya gustado mucho a Mercedes. O al menos a Toto Wolff, quien parecía el aspirante más cualificado. Pero Ferrari, en la negociación de los Pactos Concordia logró introducir una cláusula 'anti-Wolff'. Los rojos exigieron y obtuvieron, que nadie vinculado a la F1 como 'team principal' de forma reciente, ocupara el puesto de CEO de la F1 en Liberty. La cláusula no afecta a Domenicali que lleva fuera de la F1 desde 2014.

Su nombramiento -que todavía no es oficial a la falta de firma- ha sorprendido. Su nombre no ha sonado y llega tras un duro pulso entre Ferrari y Liberty, en el que Domenicali sonó para retomar las riendas de Ferrari a principios de este año, pero él negó cualquier interés de volver a ser 'team principal' de un equipo. Sin embargo, como presidente de la comisión de monoplazas de la FIA, ello no le privó a afirmar que la F1, entre otros temas, debía poner el énfasis en el control de costes y la sostenibilidad, dos de los vectores que parecen ya encarados cara al futuro gracias al 'budget cap' y la apesta por nuevas gasolinas 'bio' o 'sintéticas'. De hecho, como responsable de la Comisión de Monoplazas, habrá jugado su papel.

No deja de ser curioso que todos los defenestrados de Maranello o hayan pasado a ocupar puestos decisivos en la F1 o hayan tenido protagonismo y éxitos en otros equipos como Mercedes; recordemos sin citar más a Aldo Costa o James Allison.

Algunos piensan que por sus vínculos con el Grupo Volkswagen -Lamborghini es propiedad de Audi- Domenicali podría intentar atraer a alguna marca del grupo alemán a la F1, algo que muchos piensan es clave para el futuro. De hecho hace poco el CEO del Grupo Volkswagen admitió que si llegan combustibles 'carbon neutral' en el Grupo podrían replantearse la situación.

Domenicali es hombre afable. Su eterna sonrisa y agradables maneras, su aparente paciencia, hacen que muchos tengan de él una imagen de persona influenciable, tímida. Pero es de los de mano de hierro con guante de terciopelo; suave en las formas pero duro en las negociaciones, claro en las órdenes. Sus éxitos en Lamborghini lo dejan muy claro.

A Domenicali le queda una ardua tarea por delante, pese a que Carey le deja un legado más saneado de lo que muchos pensaban y Ecclestone vaticinaba. El 'budget cap', el nuevo Pacto Concordia y el conservar a todos los motoristas para los próximos cinco años -aunque haya cláusulas de salida- y el haber salvado esta temporada de una forma que muchos pensaban sería imposible, con nada menos que 17 Grandes Premios es el legado de Chase. Pero Domenicali deberá ponerlos en marcha.

Una vez sentadas las bases de la sostenibilidad financiera de los equipos -al menos eso es lo que se ha hecho sobre el papel- Stefano también deberá asegurar la 'sostenibilidad financiera' de los circuitos, un problema clave al menos para los GP europeos y también intentar un mayor equilibrio de fuerzas en las parrillas y renegociar los derechos de TV. Y también solventar las demandas de los aficionados de tener más emoción en pista, aunque este es uno de los aspectos que también se ha buscado en las normas 2022.