Crónica de una dimisión anunciada I: Boullier, el segundo en caer

05/07/2018 08:07

Nuevo entrenador, revulsivo interno, periodo de fichajes…  y también de algunas bajas. El camino es el mismo que se recorre en el fútbol, aunque en Fórmula 1 lo de 'fichajes' tenga doble sentido: fichajes humanos e inversión en útiles tecnológicos. 

Rara vez es el presidente el que dimite. Y también rara vez se cesa a la estrella. Y cuando el equipo lleva demasiado tiempo sin obtener resultados, la cosa se complica.

Éric tenía muchos números para tener una carrera corta en la nueva McLaren. Él era un hombre Dennis y hacer referencia a Ron equivale poco más o menos a activar un ritual de exorcismo.

¿Porqué ahora? ¿Porqué no antes? ¿Porqué no esperar a final de temporada?

Para mí, las razones están claras. Boullier no salió de McLaren con Ron Dennis porque Zak Brown necesitaba un puente, alguien que conociera el equipo, para mantenerlo en marcha mientras se iniciaba la transición. Y no puede retrasarse porque 2019 ya ha comenzado.

Tim Goss, el director técnico, fue el primero en ser apeado del tren, siempre con el agradecimiento a los servicios prestados, 'of course'. Estaba claro que los McLaren de los últimos años no han funcionado y desaparecido el 'escudo protector' de Honda, no había ya excusa válida.

Pero con el motor Renault no llegó ese periodo, si no de felicidad, sí al menos de tranquilidad, que se auguraba. El 'despertar' ha sido duro, de pesadilla. El coche no iba, la aerodinámica tenía problemas que parece que no se pueden detectar en el túnel de viento. Y así los ensayos de los viernes adquieren dimensión de jornada de test.

Goss fue el primero en caer… pero por el momento no hay un sustituto anunciado. Boullier, el segundo. Mucho me temo que Peter Prodromou es el próximo miembro del staff que tiene boleto de salida en el bolsillo. Ni carga aerodinámica, ni resistencia al aire…. ni túnel de viento propio, sino realquilados en Colonia, en uno de los túneles de Toyota, solución de emergencia que no facilita el dar paso adelante.

Los nuevos hombres fuertes del organigrama son Gil de Ferran, que toma el puesto de Boullier, aunque oficialmente es director deportivo; Andrea Stella, el ingeniero de confianza de Fernando Alonso, responsable de pista o ingeniero de prestaciones, como prefieran, y Simon Roberts, jefe de producción, logística e ingeniería, o sea, director de operaciones.

Sin embargo, hay una carencia clara: no parece que exista la figura del director técnico. Esta es una carencia sorprendente y sólo se explica porque se está a la espera de algún fichaje.

Curioso. Todo esto sucede sólo una semana después de que Martin Whitmarsh, el que fuera director o jefe del equipo, según se mire, de los últimos éxitos de McLaren, se mostrase dispuesto a apoyar a su exequipo. Y de que alguien, anónimo, 'denunciara' la tensión interna que se vive dentro del conjunto y la falta de coordinación del staff o de una dirección técnica clara; hablando de reuniones en las que, poco más o menos, unos querían repartir culpas y otros se exculpaban, y en los que no se acababan de tomar decisiones porque cada parte quería imponer sus criterios.

Posiblemente estos dos hechos hayan sido el detonante de las decisiones de Brown, que llegan un poco tarde… quizás porque él también cayó en el engaño de que toda la culpa era de Honda. Pero esta temporada esto ya es insostenible. Las carencias del equipo han saltado a la luz…. Y con ellas un gran coste: la renuncia al motor Honda supone tener que sacar 125 millones de otra parte o vivir con mucho menos dinero.

El despertar ha sido traumático. De golpe en McLaren han tenido que admitir que la tarea que tienen por delante es de titanes, mucho más dura y complicada de lo que temían. El primer golpe para enderezar el tímón, aunque tímido e incompleto, está dado. Las próximas semanas serán muy duras y claves… aunque los resultados tardarán en aflorar.

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