Cristina y los minutos interminables

Minutos interminables, de esos que son eternos porque el reloj parecía parado, mientras escuchas intensamente los latidos del corazón. Posiblemente esa tensa espera hizo que la alegría del triunfo fuera todavía más desbordante.

"Hay que luchar hasta el final. Sabía que 25 minutos era mucho tiempo, pero nunca se sabe lo que puede pasar, así que seguí atacando hasta el final. No rendirme nunca es uno de mis valores. Terminar la carrera en un Challenger es lo mejor”, dijo Cristina.

Cristina y Pablo no eran conscientes de los problemas de sus compañeros. Si Carlos y Lucas conocieron los de Loeb y Lurquin en la etapa anterior porque habían salido por detrás, Cris y Pablo habían tomado la salida por delante de Guthrie. Fue al acabar la especial cuando lo supieron.

La burgalesa, a quien cariñosamente se le llaman ‘Cris Tortu’ se ha convertido en la segunda mujer ganadora de un Dakar. Han pasado muchos años desde que en 2021 Jutta Kleinschmidt logró la hazaña. Pero a buen seguro que ahora quiere hacer como la alemana: ser ganadora absoluta.

No podía soñar Cristina con una mejor despedida de la categoría. El próximo Dakar lo afrontará con un ‘coche gordo’, un T1+, como oficial de Dacia junto a su mentor, Sebastien Loeb, y Nasser Al-Attiyah, al menos en teoría por lo que el catarí se refiere.

Su triunfo es el de la constancia, de la perseverancia, del trabajo, de la fe en sí misma. Plasmada cuando alquiló un coche para el Rally de Andalucía y allí convenció a muchos de sus posibilidades.

Ya dijimos hace unos días que este es el Dakar de las mujeres, olvidando que también en camiones se iba a escribir una página especial.

Para Cristina y el ‘women power’, esto no ha hecho más que empezar.