¿Quieres iniciar una colección diferente? Un Fórmula E puede ser el punto de partida

Los coches que han participado en la Fórmula E durante las primeras cuatro temporadas de la categoría serán sustituidos por la segunda generación para la próxima, que comienza en diciembre de este año pero que se disputa básicamente el próximo.

Ya lo sé. No lleva un motor de explosión. Parece difícil ‘enamorarse’ de ellos. Pero los pocos -todavía- y exclusivos hypercar eléctricos que se lanzan al mercado se agotan nada más son anunciados. Es un detalle a tener muy en cuenta.

Así que en el mercado tendremos a la venta 40 de estos coches, porque conviene recordar que cada piloto tenía a su disposición dos. No se trata aún de una venta pública. No hay un anuncio al efecto. Por el momento están ‘aparcados’ y todos ellos son propiedad del promotor del campeonato ya que los equipos pagaban un leasing. Una fórmula que permitió a los equipos iniciarse en la categoría sin tener que afrontar la costosa inversión inicial por algo cuyo éxito estaba por ver.

Pero hay interés ellos y se habla ya de que las primeras transacciones privadas han tenido lugar. Cada uno de estos coches podría ser ofrecido al módico precio de unos 170 o 180.000 euros.

Es dinero, claro. Pero no tanto si se trata de un coche destinado a ser clásico, de colección, que posiblemente verá como se eleva mucho su cotización futura. No tanto si se tiene en cuenta que muchos deportivos de alta gama superan con creces esta cifra. La duplican y triplicarán incluso, sobre todo si tenemos en cuenta que el futuro apunta a este tipo de propulsión.

Es muy probable que algunos de estos modelos ya estén vendidos de antemano. Los equipos, sobre los de fabricante, seguro que los quieren paras sus museos. Y a algún museo de automoción también le gustaría tener esa perla en sus filas, aunque sea simplemente para anticiparse al futuro.

De momento los coche están parados. Dallara seguro que asegurará los recambios, mientras que el motor eléctrico es fácil de mantener y las baterías pueden ser recicladas.

El único inconveniente es que no pueden circular, claro. Deben ser usados sólo en circuito. Y la mayor parte de trazados que un conductor privado podría usar son demasiado rápidos, poco ‘ratoneros’, de forma que la autonomía sería de unas pocas vueltas, 15 o 20 a lo sumo… a no ser que se vaya a una pista de karts, claro.

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