Carlos Sainz y la pole perdida del GP de Hungría

Es cierto. Se celebraba ya casi la pole de Carlos cuando llegó Russell, arrojando un jarro de agua fría sobre los deseos de Ferrari: copar la primera línea. De hecho, seguro que algún tifosi la festejaba ya.

Una situación que me trajo recuerdos de aquel GP de Brasil de 2008 en el que, a otra escala, en el box ya celebraban el título de Felipe Massa sin ver que Hamilton superaba al Toyota de Timo Glock y sumaba el punto extra que necesitaba para hacer suya la corona.

Pero, ¿cómo suponer que George se iba a sacar tal vueltón? El inglés mejoró en casi ocho décimas su crono de la Q2, prácticamente el mismo tiempo que le sacó a su compañero Lewis Hamilton. Una auténtica bestialidad.

Sumando los mejores parciales de Carlos en la clasificación, el tiempo ideal del español era un 1'17"209, 169 milésimas más rápido que Russell –que sí juntó sus mejores parciales en esa última vuelta extraterrestre–.

Algo falló en esa última vuelta de Carlos, porque se dejó un par de décimas –213 milésimas para ser precisos– por el camino.

Carlos firmó los mejores primer y segundo parcial, en ambos casos por delante de Russell y Leclerc –Latifi marcó el tercer mejor parcial en el primer sector, anomalía de su velocidad punta– pero en el tercero se vio superado por Charles y Verstappen…. aunque por menos de 20 milésimas. En este último sector Russell concedía décima y media a los Ferrari.

Sainz sabe que la salida puede ser crucial. También lo saben Russell y Leclerc. Los dos Ferrari deben atacar para superar a Russell de entrada. Y deben hacerlo sin poner en peligro el resto de carrera y mucho menos tocarse. Después, las cosas serán más complicadas. Y si están delante, pueden jugar con el mejor ritmo de carrera.

Más complicadas por dos motivos. En primer lugar, parece que los Mercedes acostumbran a mimar mejor las gomas y en segundo lugar porque la flecha de plata exhibe una velocidad punta notablemente superior, 305,2 kilómetros/hora de Russell por 302,6 de Leclerc o 300,9 de Carlos. Aparentemente la diferencia no es mucha, pero este año, con las nuevas reglas aerodinámicas no se gana tanto como en temporadas anteriores con el DRS.

¿Verstappen sale décimo? Para él la salida es importante, pero lo hace en la zona de los líos, sabiendo que tendrá que superar a dos 'huesos' como Hamilton y Alonso –Ocon y Norris no se lo podrán fácil– pero tiene que valorar el riesgo. Un cero es algo que no quiere, pese a su cómoda ventaja al frente de la clasificación: 63 puntos. Puede permitirse el lujo de administrar como crea conveniente.

A propósito de Max. Fue el más rápido en la Q2, pero en la Q3 su coche se hundió. No consiguió siquiera igualar su crono de la Q1 y perdió 1,1 segundo con respecto a la de la Q2 –1'17"703–, que le hubiera colocado en cuarto lugar de la parrilla. Si tenemos en cuenta que lo normal sería mejorar tres o cuatro décimas en la Q3, podríamos decir que la primera fila no hubiera estado muy lejos de sus posibilidades.