Ángel Nieto también hizo sus pinitos en cuatro ruedas

Ayer hizo un año de su fallecimiento. Un accidente de tráfico banal, casi absurdo si se quiere. La vida tiene algunas veces esas dramáticas paradojas.

Se ha hablado mucho de él. De su vida por y para las motos. De su familia. De sus hijos Gelete y Pablo, pilotos antes y mánagers ahora. De su sobrino Fonsi. Lo que quizás no es tan conocido es su faceta de 'piloto automovilístico'. Ángel lo probó, pero finalmente se quedó en su mundo, las motos.

Quizás a Ángel le picó la curiosidad cuando el que había sido su compañero y rival, Salvador Cañellas –el primer español que ganó un GP de motos– se pasó a las cuatro ruedas y ganó la  primera Copa TS. Ángel se apuntó en la segunda, en 1970, justo tras ganar su primer título mundial, en 50 centímetros cúbicos con Derbi. 

Él mismo explicó que sabía que no podía ganar la Copa "porque no podré tomar parte en todas las competiciones". Muchos lo dieron prematuramente como favorito porque su experiencia era nula, pero es cierto que en aquella época todavía el salto de motos a coches era sencillo y si destacabas en las primeras era frecuente hacerlo en las cuatro ruedas, algo que hoy sólo se da en el Dakar. Pero había pilotos con gran experiencia en 4 ruedas, aunque sin tanto nombre. Destacó. En la primera carrera en el Jarama fue cuarto y a media temporada Emilio de Villota –que escribió un artículo de valoración de los pilotos más destacados de la Copa– le dio buena nota.

Pero la aventura se quedó detenida aquí. Por aquel entonces el Mundial de dos ruedas tenía menos pruebas, pero Nieto –como todos los mundialistas de aquí– también tomaba parte en un campeonato de España que tenía más carreras que el actual CEV. No quedaban demasiados fines de semana libres, porque de vez en cuando también corría en otras carreras ‘de pueblo’. 

Curiosamente, a final de año se afirmó que Ángel Nieto correría el Rally de Montecarlo con un Seat 124 de grupo 2; hubo artículos sobre el particular, pero la participación finalmente no se concretó.

Con todo, no resistió la tentación de probar un monoplaza nacional, uno de los primeros F1430. Quizás los resultados en automóviles de algunos 'motards' que querían emular a John Surtees –Mike Hailwood, por ejemplo– pudieron servirle de estímulo.

En 1974, la empresa de autocares Van Hool decidió construir un F2 que encargó a Selex. Aquel VHM F2 –Van Hool Mark– fue construido en Zaragoza y hasta no hace muchos años estuvo expuesto en el hall de la factoría. 

Se habló de que Ángel era uno de los pilotos designados para correr con este coche en 1975. Antes Nieto hizo un test con una barqueta Lola T270 del equipo para prepararlo. Se sabe que Ángel hizo un test de F2 en Silverstone, donde sorprendió a los hombres de BMW, pero no está claro si fue con este Van Hool o con otro coche; lo cierto es que el Van Hool sólo estuvo en una carrera con Bernard de Dryver coomo piloto y no se clasificó.

Pero por entonces su carrera motociclista estaba en pleno auge y Nieto decidió seguir en el mundo de las dos ruedas, donde era el gran rey de las pequeñas cilindradas: 50, 125 y más adelante 80 centímetros cúbicos, aunque también corrió en 250 e incluso en 500 centímetros cúbicos, sin mucha fortuna en esta última categoría, quizás porque saltó a ello en los últimos momentos de su carrera deportiva.

Hay quien dice que el Motociclismo ganó a una de sus figuras más emblemáticas y el Automovilismo perdió a un probable gran piloto.

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