4 días para los test: el equipo de Louise Bryden-Brown introdujo los radiadores laterales 8 años antes de que Chapman hiciera el Lotus 72

Su forma elegante le proporcionaba una excelente penetración. Los frenos estaban ‘in board’ para reducir las masas no suspendidas. Pero sobre todo llamó la atención la posición de los radiadores, laterales, al lado del piloto. No sólo llevaba masa atrás mejorando la motricidad, sino que la ausencia de tubos para llevar el agua de refrigeración del morro al motor permitía un monocasco más simple y pequeño.

De hecho ésta fue la única novedad realmente copiada por los rivales y aún hoy impera. Es cierto, antes hubo algunos intentos de soluciones novedosas para mejorar la aerodinámica. Las tomas de aire que precisa el radiador son ciertamente un elemento perturbador de la aerodinámica.

Brabham hizo un radiador delantero en dos partes separadas; cada una de ellas se colocaba entre el monocasco y la rueda delantera, de forma que la salida de aire caliente se producía en el lateral del coche, en la zona de las suspensiones, donde normalmente iban los ‘bigotes delanteros’. Ello permitía montar un gran alerón delantero central y dar mayor apoyo al tren delantero. El Brabham BT34 fue utilizado en 1971 y 1972.

No hace falta que recordemos a Gordon Murray y su Brabham del ventilador, ni de su anterior intento de prescindir de radiadores, sustituyéndolos por placas radiantes. Incluso antes el BT45 C había colocado dos radiadores, creo que de aceite, justo delante de las ruedas traseras para mejorar el drag. Y también ensayó un radiador delantero muy ancho y bajo en el morro.

Y también podríamos recordar el Ensing N179, con su extraño radiador colocado en el morro, estrecho, alto e inclinado. Debía mejorar el drag, quizás dar más apoyo… pero el piloto se sentía abrasado en el morro y después de todo la refrigeración no era suficiente, así que se modificó drásticamente por una forma convencional tras sólo cuatro Grandes Premios. Hubo otras soluciones curiosas, como la del Ferrari ‘quitanieves’ que nunca se empleó en competición.

Pero volvamos a los radiadores laterales. No, el Lotus 72 no fue el primero en adoptarlos. La solución la introdujo muchos años antes un pequeño equipo privado, además propiedad de una mujer, Louise Bryden-Brown, nacida en California, de padre inglés, madre americana y abuelos australianos. Había corrido en Estados Unidos y fundó equipo propio en 1961, con un Lotus 18 que condujo Tony Maggs en los Grandes Premios de Gran Bretaña y Alemania. Dan Gurney también lo llevó en algunas carreras fuera de campeonato.

Para 1962, su equipo tomó el nombre de Anglo-American Racing y compró un Cooper de F-Junior, un T59, al que instaló un motor Climax. Pero lo más vistoso fue que había instalado dos radiadores en los laterales del coche, a la altura del asiento del piloto, para poder hacer un morro más fino. El coche fue bautizado por el gran público como Aiden-Cooper porque fue Aiden-Jones, el jefe de mecánicos del equipo, quien hizo la modificación… ocho años antes de que lo hiciera Colin Chapman.

Pero el coche se calentaba notablemente y tras algunas carreras se volvió a un radiador tradicional. Ni Ian Burgess era muy rápido, ni el chasis de competición, así que tras no calificar en el GP de Italia, Louise Bryden-Brown finalzó con sus esfuerzos. Pero fue pionera, la primera mujer propietaria y jeje de equipo de F1… casi medio siglo antes de que Monisha Kaltenborn tomara las riendas de Sauber.