36 días para los test: El año que Maserati pudo volver a la F1 con un Ferrari redecorado

El Mercedes no estuvo listo hasta el Gran Premio de Francia y Fangio recurrió a un 250F de la marca italiana para ganar en Argentina y Mónaco, los dos primeros Grandes Premios puntuables. Entre ambos se corrió, también puntuable, la Indy 500, pero los pilotos del Mundial no se mezclaron con lo que era ‘cosa de americanos’

Pero el Maserati 250F fue mítico porque fue durante años un coche bastante competitivo y el favorito de los pilotos privados que por aquel entonces ‘inundaban’ las parrillas. En ocasiones se superaron los 40 coches inscritos, aunque con la ayuda de F2 ‘reconvertidos’. En 70 Grandes Premios de presencia de la marca, fueron 111 los pilotos que corrieron con un coche del tridente.

Con el paso de las reglas de 2.5 litros a 1.5 litros, Maserati intentó seguir en la F1, pero sólo como motorista. Ofreciendo motores a equipos o pilotos privados, aunque de hecho sólo apostó oficialmente cuando entró en vigor la fórmula tres litros, diseñando un V12 exclusivamente para Cooper y sus clientes, utilizado hasta 1969.

Hace 55 años que Maserati no está presente. No hay visos de que vaya a estarlo. Pero pudo producirse un retorno a la categoría reina en 2001, trámite Minardi.

Ese año, Giancarlo Minardi, que tenía fuertes vínculos con Ferrari, se dirigió a Jean Todt y Luca Montezemolo con una propuesta. Ferrari había dejado AGIP por Shell en 1997 y la petrolera italiana se dio cuenta del error de no haber renovado en su día, por lo que quiso reaccionar.

Agip ofreció a Minardi una suma “que nunca habría imaginado” a Minardi para que formara un ‘equipo satélite’ de Maranello. Los coches serían Ferrari, pero se usaría el nombre de Maserati. Después de todo las dos marcas formaban parte del imperio Agnelli y algunos Maserati utilizaban o iban a utilizar motores de origen Ferrari.

Giancarlo Minardi explicó que traslado la propuesta a Luca Montezemolo y este, presidente de Ferrari, quiso consultarlo con Jean Todt, quien contestó con un ‘no’ rotundo.

Si todo hubiera ido bien, quizás Minardi no hubiera tenido que vender su equipo, primero Gabriele Rumi, después a Paul Stoddart. Quizás Fernando Alonso hubiera tenido un Ferrari entre manos, aunque el asturiano tenía contrato con Briatore, y quizás Ferrari hubiera tenido un equipo B… como tuvo Red Bull al comprar Minardi y rebautizarlo como Toro Rosso.

Tres años después del no, el Ferrari MC12 dominó las carreras de GT. El MC12 no era más que un Ferrari Enzo -que nunca llegó a tener versión de competición- con algunos retoques estéticos.