3 días para los test: El día que Albacete pudo ser sede de un equipo de F1

Si en un principio Adrián Campos pensó en Valencia o Alcira, también en los aledaños del Circuit de Barcelona-Catalunya, José Ramón Carabante –que se hizo con el equipo– quiso llevárselo a Fuente Álamo, en Murcia, donde existía –todavía existe– un pequeño trazado que quería ampliar para los test, un circuito que algunos conocen como 'La Torrica', nombre bastante similar a 'La Torrecica', como se llama el trazado albaceteño.

Lo de Albacete fue bastante anterior, incluso anterior al proyecto Epsilon de Joan Villadelprat en el Parque Tecnológico de Álava, que no llegó a plasmarse en la F1 pero sí en Le Mans.

El 24 de febrero de 1993, es decir, hace ya 27 años, Jaume Magrans presentó a bombo y platillo, en Albacete, el proyecto, en presencia de la entonces alcaldesa Carmen Bustamante y de Carlos Gracia, el proyecto de F1 'Bravo', que incluía la construcción de una fábrica o sede del equipo junto al trazado de 'La Torrecica' y con Jordi Gené como piloto.

Un plan que incluía la participación de Jordi en el Campeonato Internacional de F3000 de 1993 para rodar el equipo y tener el coche listo para 1994. El equipo llegó a inscribirse en el campeonato de F3000, pero todo hizo aguas antes de comenzar. Gené corrió en algunas carreras, pero con Tom Walkinshaw, el expatrón de los Jaguar en resistencia y que en aquel momento estaba colaborando con Benetton. Villadelprat, que también estaba en Benetton, tuvo mucho que ver con ello.

"Nos estableceremos en Albacete porque allí nos han dado más facilidades que en ningún otro sitio. Nuestro objetivo es claro: conseguir en cinco años un coche 'Made in Spain' en la F1, con la ayuda de empresas de tecnología punta", señaló Magrans, que hacía casi un año había presentado un proyecto para estar en 1993. "Pero no fue posible. Sólo ahora hemos podido reunir toda una serie de factores, entre ellos un cambio de reglas; nos aconsejaron esperar un año más".

Un coche que debía desarrollar un ingeniero poco conocido en la F1, Nick Wirth, y en el que se anticipó que Adrián Campos sería el director deportivo del equipo.

"No puede decir quién está detrás de todo esto todavía, pero hay grandes empresas", señaló Magrans al presentar el proyecto, pero se atesbaban entre otros la Caja de Ahorros Castilla-La Mancha, Ajusa, Tudor y Trapattoni.

El 7 de noviembre de 1992, durante el GP de Australia en Adelaida, se anunció por sorpresa el primer proyecto, un coche que llevaría motor Judd, con Nick Wirth como proyectista; Adrián Campos como director deportivo; Jean Mosnier como director de equipo, con Andrea de Cesaris y Thierry Boutsen de pilotos, aunque con la voluntad de incorporar lo antes posible a Gené.

Pocos días después, el 11 de noviembre, se presentó el proyecto en Barcelona y en aquel momento Mosnier dijo que Jordi –a quien conocía bien– le iría mejor un nuevo año de F-3000.

El tema tomaba forma y aprovechando que yo debía ir al Rally de Gran Bretaña, como enviado especial de Mundo Deportivo, para celebrar el segundo título de Carlos Sainz, decidimos parar en Banbury, donde tenía la sede Simtek y ver qué se cocía. Así que el viernes 27 de noviembre del 92 fuimos a encontrar a Nick Wirth.

Personaje sorprendente, que merece capítulo aparte. Me sorprendieron dos cosas: los medios tecnológicos que poseía –incluso túnel de viento de tapiz rodante, que entonces no era aún habitual–; lo visionario que era y también su juventud, 26 años. Su hoja de ruta anterior –Forti y Andrea Moda– no eran precisamente un gran currículum, pero por alguna parte se empieza. Wirth aseguró entonces que llevaba siete meses de trabajo en el proyecto. Un mes tras nuestra visita, Gené estuvo en Banbury para hacerse el asiento.

Cuando el 21 de enero de 1993 la FIA publica la lista oficial de inscritos, Bravo no figuraba en ella y el equipo señala que el proyecto está aparcado. Un cambio de reglas hizo que los chasis no superaran el crash test y tampoco se llegó a un acuerdo con el equipo Pacific, que también fue baja. En realidad era una evolución del chasis del Andrea Moda… que, al parecer, fue un diseño pensado originalmente para el BMW S192, un monoplaza que quedó en mero rumor.

Un aplazamiento que daba mala espina, aunque la ilusión por tener equipo propio de F1 era tanta que cuando se anunció lo de Albacete, nos agarramos a un clavo ardiendo…. ¡y nos quemamos! De repente dejó de hablarse del mismo y el anunciado proyecto de F3000 no llegó a ponerse en marcha.

Eso sí, Wirth sacó partido a su trabajo y el coche, evolucionado, apareció en el Mundial de F1 de 1994 como Simtek, equipo propio de Nick, aunque sin lograr resultados… pero que para 1996 estuvo muy cerca de convertirse en el equipo Volkswagen, pero esa es ya otra historia.