Alex Palou: una victoria en Portland en el momento más crítico

14/09/2021 12:44

Portland acabó siendo una de las carreras más extrañas que recuerdo y, sin duda, mi victoria más caótica. Tuve que hacer la primera curva por la escapatoria para evitar un accidente y eso fue suficiente para que los comisarios me enviaran al fondo de la parrilla. La situación cambió 180 grados en un abrir y cerrar de ojos.

Pero hubo un toque por detrás y sacaron la bandera amarilla. Eso nos salvó. Pusimos gasolina para compensar el tiempo detrás del coche de seguridad y cruzamos los dedos. Iban pasando las vueltas y sabía que, si llegábamos a la 10 o la 11 todavía con la amarilla, nos meteríamos de nuevo en la pelea porque podríamos ir a dos paradas hasta el final. Y así fue.

A veces cuando te hundes en la clasificación necesitas varios accidentes para remontar, pero ése no fue el caso en Portland. Nosotros ya estábamos a sitio. Con ese primer repostaje lo que hicimos fue poner el contador a cero, como si para nosotros la carrera tuviera 10 vueltas menos que para los demás porque ya no teníamos que ahorrar gasolina.

 

Si nos vimos en ésas fue por lo que ocurrió en la salida.

Yo estaba en la Pole Position, de modo que podía lanzar la carrera cuando lo creyera oportuno. No podía esperarme a última hora para hacerlo, porque sino acabarían dando la bandera verde. Lo hice bastante pronto, antes de la última curva. Y al principio fue bien, pero la recta de meta era tan larga que me acabaron cogiendo el rebufo igualmente.

Yo no podía hacer mucho a partir de ese momento. Me pegué al interior y dejé muy poco espacio pensando que Dixon no se tiraría, pero se colocó ahí igualmente. Y el problema fue que Rosenqvist le tocó e hizo que se pasara de frenada, de modo que al final los dos nos tocamos también.

Acabé en la escapatoria. No podía cortar la curva para volver a la pista, sino que tuve que ir a buscar una chicane secundaria. Lo hice y perdí cuatro o cinco posiciones, pero no sirvió de nada porque después los comisarios me enviaron al fondo de la parrilla igualmente. Lo único bueno es que el coche estaba de una pieza porque el toque contra Scott había sido neumático contra neumático.

Me enfadé. Lo estaba cuando era quinto o sexto, pero cuando me relegaron al final de la parrilla me supo aún peor. Pero pasé página rápido, porque estar cabreado no es productivo. Por mucho que te moleste una decisión, los comisarios no van a cambiar de opinión.

Cambié rápido de chip porque sabía que tendríamos nuestras oportunidades. Incluso sin esa estrategia perfecta, sabía que teníamos un buen coche y que podríamos adelantar. Si tú como piloto crees que está todo perdido después de 10 vueltas, ¿qué va a pensar el resto del equipo?

Hicimos bien, porque el tiempo nos dio la razón. Gestionamos la carrera a la perfección y en mi última parada me puse líder con un overcut a Graham Rahal, Jack Harvey y Ed Jones. Yo sabía que tenía un coche superior, que tenía más gasolina y que podía ir rápido en aire limpio, pero no me esperaba pasarlos a todos. Quizá a Harvey y Jones sí, pero no contaba con Rahal. Nos salió redondo.

No hubo tiempo para las celebraciones. Volé el domingo por la noche a Indianápolis y ahora estaré en la sede del equipo un par de días antes de Laguna Seca. Este martes tengo simulador. Cuando tenemos tiempo siempre preparamos más de una carrera al mismo tiempo, pero ahora tan sólo estamos centrados en Laguna.

Lo único que podemos hacer es prepararnos al 100%, como siempre. Está bien comenzar la recta final de la temporada en un buen momento, con buena energía. Quieras que no, hace que afrontes lo que está por llegar con aún más confianza.

El título está en juego, pero yo no noto una presión añadida. Hace tiempo que sabemos que estamos para pelear este campeonato. Las 500 Millas siempre copan tu mente cuando empieza la temporada, pero cambié de chip cuando terminaron y desde entonces he estado centrado en esta pelea.

Lo que nos faltaba era lo que hemos hecho este fin de semana en Portland: demostrar que somos los más rápidos en la clasificación y ganar la carrera. Es cierto que fue más difícil y caótico de lo que queríamos, pero no nos regalaron nada. Fuimos los más rápidos y los más fuertes, y eso nos hace ser más fuertes para la próxima. Ahora ya tenemos tres victorias y vamos a por la cuarta.

 

En una tesitura completamente diferente, Portland también fue especial porque rendimos tributo a las víctimas de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001. Este fin de semana se cumplían 20 años de aquella tragedia y obviamente en la familia de la IndyCar también se sintió mucho.

El sábado nos convocaron muy temprano en el circuito, sobre las siete de la mañana, para guardar un momento de silencio en la recta de meta a la hora exacta que ocurrieron los ataques. Hubo gente muy afectada que lo vivió mucho.

Aquel 11 de septiembre los más veteranos de la IndyCar estaban en Lausitzring, en Alemania, cuando esto todavía era la Champ Car. Vivieron la tragedia desde el extranjero y lo pasaron mal, con toda la incertidumbre añadida de que entonces las noticias iban a otra velocidad y que no sabían si podrían volver a casa. Fue especial poder participar en la ceremonia.

 

LA COLUMNA DE ALEX PALOU: TEMPORADA 2021 DE INDYCAR

1. Previo de la temporada
2.  Barber, la primera victoria en IndyCar
3. Las dificultades de St. Petersburg
4. Rodando con los líderes en Texas 
5. Indy 500: empieza la aventura
6. Indy 500: un nuevo Fast Nine
7. Indy 500: la victoria, a un suspiro
8. Podio entre los muros de Detroit
9. Nueva victoria en Road America
10. Podio en Mid-Ohio
11. Del podio de Mid-Ohio a la fase decisiva de la temporada
12. Sobreviviendo al caos de la carrera en Nashville
13. Rotura de motor en Indianápolis
14. Un accidente en Gateway que iguala el campeonato
15. Victoria en Portland en el momento más crítico
16. Podio en Laguna Seca y más líder del campeonato
17. Campeón de la IndyCar en Long Beach