¿Alonso ya no es el que era o el Aston Martin no es lo que se espera?
Hay que ver, un día estás ahí arriba y al siguiente ahí abajo.
C’est la vie, mes amis.
De ilusiones también se vive, pero he de decir que no demasiado bien, se pasa hambre. Aston Martin, al menos durante la primera mitad de la temporada pasada, seamos justos, ilusionó. Lo hizo en forma de podios y luchas cuerpo a cuerpo en la pista contra los grandes. Por. lo menos con el AMR23 en manos de Fernando Alonso logró ocho podios y una vuelta rápida. Aquel poco más que Racing Point repintado de verde nos hizo, incluso, creer que la tan manida victoria 33 era posible. El alonsismo de bien, el que nunca ha perdido la fe, venía de pasar un largo camino por el desierto. Cualquier logro, por pequeño que fuera, era como volver a pisar descalzo un prau asturiano y sentir, entre los dedos de los pies, las briznas de verde hierba.