Williams se ha visto claramente superado por Red Bull, principal rival en el Campeonato de Constructores, en el Circuit de Barcelona-Catalunya. Mientras que Valtteri Bottas ha cumplido y ha sacado el máximo del monoplaza al clasificar séptimo, Felipe Massa no ha corrido la misma suerte y el tráfico en su primera vuelta de Q1 y un error estratégico del equipo que le ha privado de hacer otro intento de vuelta y le ha relegado hasta la 18ª posición. 

El rendimiento de Williams en este comienzo de temporada está siendo bastante decepcionante. Casi perdida la denominación de tercer equipo de la categoría y con sus pilotos en tierra de nadie, el equipo de Grove buscar resarcirse de esta mala racha en Barcelona. Los primeros libres no auguran un gran fin de semana, aunque confían en estar al 100% para la clasificación.  

Jornada ocupada y positiva para una Williams que se ha mezclado con Red Bull en la tabla de tiempos. El ritmo en tanda larga es la principal fortaleza que han demostrado los de Grove a lo largo de tres horas de rodaje en la que han completado un programa de evaluación aerodinámica y trabajo en los reglajes y con los neumáticos.

El inicio de año no está siendo todo lo bueno que se podrían haber esperado en la escudería británica Williams. Lejos de las posiciones de Red Bull, se han consolidado como cuarto equipo, lo que les ha alejado algunas posiciones de los lugares de podios, todo ello rodeado por una gestión de las carreras no demasiado acertadas. Todo esto les está haciendo trabajar de manera intensa para mejorar sus procedimientos en carrera, como indicaba Felipe Massa recientemente.

Williams ha sufrido una jornada ajetreada en los entrenamientos libres de hoy debido a un problema en los reglajes que ha propiciado dos pinchazos consecutivos en el monoplaza de Felipe Massa. Este problema también ha condicionado las sesiones de Valtteri Bottas al aumentar la precaución alrededor del estado del monoplaza. El equipo de Gorve tiene trabajo por hacer para compensar la falta de kilometraje de hoy. 

Williams afronta el Gran Premio de China con sed de conseguir un buen resultado y quebrantar la amplia diferencia instaurada por Mercedes y Ferrari en su solitaria batalla por el podio. Las buenas salidas de Felipe Massa y Valtteri Bottas fueron insuficientes para igualar sus registros con Nico Rosberg, y aunque el FW38 debería adaptarse correctamente a las curvas rápidas del Circuito Internacional de Shanghái, en la formación de Grove impera un ambiente de incertidumbre a expensas de comprobar si son capaces de superar a Toro Rosso y Red Bull para mantenerse como la tercera fuerza competitiva de la parrilla. 

El jefe de ingeniería de Williams, Rob Smedley, se ha mostrado muy frustrado por el ritmo que mostraron sus coches en el Gran Premio de Baréin. "No estábamos ni siquiera cerca de donde deberíamos estar", explica a F1i. Williams consiguió entrar los dos coches en la Q3 en Baréin y luego llegaron a estar segundo y tercero al final de la primera vuelta en la carrera. Pero Valtteri Bottas golpeó a Lewis Hamilton en la primera curva y fue penalizado con un drive-through, además de los daños que tenía el coche. Los dos coches fueron perdiendo posiciones y quedándose atrás hasta acabar con Felipe Massa octavo y Bottas noveno.

En el equipo Williams reina el optimismo tras la primera toma de contacto con el circuito de Sakhir. Pese a que los tiempos por vuelta sitúen al FW38 lejos de la batalla por las posiciones de podio, Valtteri Bottas y Felipe Massa insisten en que las simulaciones de carrera con diferentes cargas de combustible han sido "alentadoras" de cara a sus aspiraciones para el resto del fin de semana. 

Williams comienza esta nueva temporada de Fórmula 1 con una sesión de clasificación que deja bastante buen sabor de boca a los de Grove pero en la que todo el mundo esperaba un mejor rendimiento por su parte. Solo Felipe Massa pudo llegar a Q3 mientras que su compañero Valtteri Bottas se quedó en la Q2, cuando a priori afrontaban el Gran Premio de Australia como tercera fuerza, tras Mercedes y Ferrari.

La temporada por fin ha arrancado en Melbourne, aunque con unas condiciones que no han agradado a casi ningún equipo. La mala meteorología, con lluvia y viento, ha dificultado la tarea de muchas escuderías, y Williams no ha sido menos. Los de Grove han disfrutado de muy poco tiempo en pista, y Massa y Bottas han completado tan sólo ocho vueltas en las que han podido trabajar en chequeos de sistemas, ensayos de paradas en boxes y ensayos de salida.

El ingeniero de pista de Felipe Massa, Rob Smedley, cree que el brasileño está viviendo una segunda juventud a lomos del Williams; llegando al nivel al que le llevó a pelear por el campeonato hasta la última curva en el año 2008.

Rob Smedley ha cortado de raíz los rumores que sugieren que Williams contempla romper su contrato con Mercedes para pasarle a los motores Honda en un futuro, una posibilidad que el campeón del mundo Damon Hill planteó hace apenas unos días.

Un cambio radical en la suerte de los equipos, debido a las nuevas regulaciones introducidas en el deporte en 2014, hizo posible que Williams fuese capaz de saltar del noveno puesto de constructores en 2013 al tercero conseguido en las dos últimas temporadas. Ahora, Rob Smedley dice que mantener ese tercer puesto es el objetivo mínimo que Williams debe tener para 2016, pero también admite que mirarán aún más allá.

El trabajo en la fábrica de Williams no ha cesado ni un momento desde que se dio cierre a la temporada 2015, y ese motivo hace creer al jefe de ingeniería en pista, Rob Smedley, a que desde Grove se están haciendo las cosas bien. Es más, el británico ha desvelado que han introducido numerosas evoluciones en el monoplaza a lo largo de este invierno. Mejoras que se podrán apreciar el 22 de febrero, fecha en la que lanzarán al público el nuevo FW38.

Rob Smedley ha alertado sobre la posibilidad de que el neumático ultrablando introducido por Pirelli de cara a la próxima temporada 2016 genere más problemas de los esperados en el rendimiento de los monoplazas. A raíz de este asunto, el jefe de ingeniería de Williams cree que la agresiva arquitectura del nuevo compuesto puede suponer "un gran reto" para las aspiraciones competitivas de los equipos a través de su extrema sensibilidad con las diferentes condiciones del asfalto, una situación que, a su vez, podría aumentar la imprevisibilidad de las carreras.